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Concepto ético y noético de significado bivalente. Para unos es término procedente de conocer (gnoscor, conocimiento) y entonces se le hace equivalente a ignorancia, con lo que ello significa.
Y para otros precedería de dañar (nocere en latín) y sería similar a bondad, suavidad, benevolencia.
Es evidente que en el primer sentido es una cualidad indicativa de pobreza, vacío mental, parálisis en las ideas. Y en consecuencia cuanto menos inocente sea alguien más riqueza mental poseerá. Y en el segundo de los sentidos sería rasgos deseables de bondad y una virtud merecedora de las mejores alabanzas
Cuando se dice que la infancia es inocente es importante discernir el significado de esa inocencia y la objetividad de lo que ella vale. Hay que saber si se alude a su carencia de malicia por inmadurez o por bondad natural. Y hay que pensar si se pretende reflejar si carencia de ciencia por su edad. Como el término es ambiguo el contexto de la referencia determinará el alcance del significado y las aplicaciones catequísticas que se puedan obtener de tal intención.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa