INSECTO

Lev 11:20 todo i alado .. tendréis en abominación


Insecto (heb. sherets). Vocablo que aparece 4 veces (Lev 11:20, 21, 23; Deu 14:19), siempre en la frase “insecto alado”. Sherets describe seres que pululan en general, y el adjetivo “alado” sugiere que en los pasajes citados se habla de insectos. Véanse Animales inmundos; Animales limpios; Reptil. Insensato. Véase Necio/a. Inspiración. Método de Dios para influir sobre la mente de los hombres y dirigirlas en el proceso de hacer de ellos canales de revelación divina. La palabra “inspiración” no aparece en la RVR, pero se usa el verbo “inspirar” 2 veces: en 2 Tit 3:16 (“Toda la Escritura es inspirada por Dios” [gr. theópneustos]; literalmente: “Toda Escritura es soplada por Dios”) y en 2Pe 1:20, 21 (la frase “Hablaron siendo inspirados por el Espí­ritu Santo” tiene el mismo sentido; cf Mat 22:43; Mar 12:36; 1Co 2:13; 580 Heb 3:7; etc.). Muchos de los autores del AT afirmaron la inspiración de sus mensajes introduciéndolos o concluyéndolos con palabras como “Así­ ha dicho Jehová”, “Dice el Señor” (Isa 1:24; Jer 17:24; Amo 2:1; Sof. 1:3; Zec 1:4; Mal 1:2; etc.), “Jehová me dijo de esta manera” (Isa 8:11), “Vino a mí­ palabra de Jehová” (Eze 6:1; 7:1; 14:2; cf Jon 1:1; etc.) y otras similares. Cristo y los escritores del NT testificaron de la inspiración del AT al referirse a él como la palabra de Dios (Mat 1:22, 23; 3:2, 3; 5:18; 21:42; Mar 1:2, 3; Luk 20:17,18; Joh 2:15-17;1 Act 13:33-37; Rom 15:3; etc.); Jesús afirmó su autoridad declarando que “la Escritura no puede ser quebrantada” (Joh 10:34, 35). De los escritores del NT, Pablo sostení­a que él enseñaba no con palabras provenientes de “sabidurí­a humana, sino con las que enseña el Espí­ritu” (1 Co. 2:13; cf 7:40; 1Th 2:13; 4:2); Pedro aceptaba que los escritos de Pablo estaban a la par de “las otras Escrituras” (2Pe 3:15, 16); y Juan reconocí­a que su mensaje tení­a a Dios como fuente y a un ángel como canal (Rev 1:1). Dios parece haber empleado una variedad de medios al inspirar a los escritores de la Biblia y a otros siervos suyos. A algunos les dio visiones y sueños. A otros, un espí­ritu de comprensión, una percepción de los misterios de Dios. Hubo quienes fueron guiados en el registro de los acontecimientos e incidentes históricos. La personalidad humana no fue borrada ni avasallada, sino estimulada y fortalecida. Una de las mayores pruebas de la divina inspiración de las Escrituras es la profecí­a predictiva. Repetidamente Dios se refirió a su capacidad de anunciar acontecimientos futuros como demostración de su propia divinidad (Isa 41:4, 26; 42:9; 43:9; 44:7; 45:11, 21; 46:9,10; 48:3-7), y desafió a los adoradores de í­dolos a demostrar la legitimidad de sus dioses pidiéndoles que anunciaran el futuro (41:21-23). Las Escrituras registran muchas predicciones algunas de las cuales abundan en detalles; su cumplimiento inspira confianza en la autenticidad y el origen divinos de la Biblia (Joh 14:29; véase CBA 7:956, 957). Instrumento. En el AT, generalmente una traducción del heb. kelî, término que designa en general toda clase de utensilios de barro cocido, así­ como herramientas para ayudar al hombre a realizar sus tareas. Kelî se traduce generalmente como “utensilio” o “vasija” (Exo 31:7-9; 40:9, 10; Num 1:50; etc.); pero también como “instrumento” cuando se refiere a elementos de guerra (Eze 9:1, 2; Num_35; 18), herramientas (1Ki 6:7), instrumentos musicales (1Sa 18:6; 1Ch 15:16; Psa 71:22; etc.) y otros equipos o utensilios no definidos (Num 4:26, 32; 2Ch 29:18). En Act 9:15 y 2 Tit 2:21 se usa la palabra gr. skéuos, que significa “vaso”, “utensilio”, “objeto”; y en Rom 6:13, se emplea el vocablo hóplon, “arma”. Instrumentos musicales. La música desempeñó un papel importante en la vida de los antiguos desde el comienzo de la historia (Gen 4:21), pero especialmente en la vida religiosa de los hebreos. Muchos grandes acontecimientos estaban conectados con el uso de instrumentos musicales: por ejemplo, la celebración de la liberación de los egipcios (Exo 15:20), la destrucción de los muros de Jericó (Jos 6:16) y el traslado del arca a Jerusalén en tiempo de David (2Sa 6:5). En el templo de Salomón habí­a una organización musical muy compleja, planificada por David, que consistí­a en coros y orquestas (1Ch_25). Esta organización fue más tarde adoptada por la administración del 2o templo (Neh 12:41, 42, 46, 47). Los instrumentos musicales de los antiguos en general y de los hebreos en particular, se pueden dividir en 3 grandes clases o grupos (véase el cuadro de la p 581). En las excavaciones han aparecido muy pocos instrumentos musicales hebreos: sólo algunos pares de cí­mbalos, unos sonajeros y el mango de un sistro. Con la excepción de representaciones pictóricas de ejecutantes de lira (figs 319, 320), no las hay de músicos de la antigua Palestina. Sin embargo, se han encontrado en las paredes de tumbas y templos egipcios antiguos una gran cantidad de figuras de instrumentistas, y algo menos en Mesopotamia. Además, el clima seco de Egipto ha conservado numerosos instrumentos musicales, como liras y arpas, flautas y oboes, trompetas, sistros y otros. Algunos han aparecido en las excavaciones de Mesopotamia. Como ellos no variaban mucho de paí­s en paí­s, se justifica considerar que los instrumentos hebreos eran similares en forma y construcción a los de Egipto y Mesopotamia, los 2 grandes paí­ses civilizados con los que tení­an frecuentes contactos. En consecuencia, el material arqueológico de esos 2 paí­ses es utilizado por este Diccionario en la descripción de los instrumentos de música. Se debe recordar que todaví­a existe cierta incertidumbre con respecto a algunos términos bí­blicos que se usan para ellos. Eso explica las inconsistencias que aparecen en los nombres que se dan a tales instrumentos en las traducciones modernas de la Biblia. INSTRUMENTOS MUSICALES Bib.: Curt Sachs, The History of Musical Instruments [La historia de los instrumentos 581 musicales] (Nueva York, 1940); O. R. Sellers, BA 4 (1941):33-47; J. Wellhausen, The Book of the Psalms [El libro de los Salmos] (Nueva York, 1898), apéndice, pp 217-234; CBA 3:31-44; J. Rimmer, Ancient Musical Instruments of Western Asia in the British Museum [Instrumentos musicales antiguos del Asia Occidental en el Museo Británico] (Londres, 1969). Intercesión. Súplica u oración en favor de otros; una mediación. La expresión aparece unas pocas veces en la Biblia, aunque hay muchos ejemplos de oraciones intercesoras. En el AT el término aparece como verbo, traducción del heb. pâga, “encontrarse” (en un sentido derivado, “acercarse a alguien para pedir algo en favor de otro”), aunque sólo 2 veces aparece el verbo “interceder” (Gen 23:8; Est 4:8; expresiones equivalentes aparecen con otras palabras en Jer 7:16; 27:18; 36:25; Isa 53:12). En el NT se expresa el mismo concepto por medio del verbo gr. entunjání‡ (Rom 8:26, 27, 34; Heb 7:25). En 1 Tit 2:1 y 4:5 aparece la misma idea, aunque vertida de otro modo, como traducción del gr. énteuxis. Interés. Véase Préstamo. Intérprete de la ley (gr. nomikós). Persona versada en la ley. La mayorí­a de los “intérpretes” mencionados en el NT eran hombres conocedores de la ley de Moisés y de la ley tradicional 582 de las diversas escuelas rabí­nicas. El término “intérprete de la ley” en el NT es casi sinónimo de escriba.* Se los menciona entre los que rechazaron el mensaje de Juan el Bautista (Luk 7:30). Mostraron la misma actitud hacia Jesús y procuraron atraparlo con preguntas difí­ciles (Mat 22:35; Luk 10:25). En algunas ocasiones, Jesús usó sus propias armas contra ellos (Luk 14:3). No es extraño que el Señor los denunciara, junto con los escribas y los fariseos, por poner cargas pesadas sobre el pueblo (sin tocarlas ellos mismos) y por privarlo del conocimiento de Dios (11:45, 46, 52). No se sabe si Zenas, el intérprete mencionado en Tit. 3:13, era un experto en la ley de Moisés o en la ley romana.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico