MATRIZ

El término hebreo beten señala de forma general al interior fí­sico de la persona, con referencia especial al bajo †¢vientre. Puede, por lo tanto, ser utilizada para hablar del vientre de una mujer o su m., la parte del cuerpo donde se desarrolla el feto. La esterilidad en la mujer era considerada como un baldón, o una maldición. En varias expresiones del AT se habla de un castigo de Dios que incluye una m. estéril (†œJehová habí­a cerrado completamente toda m. de la casa de Abimelec† [Gen 20:18]; †œDales, oh Jehová … m. que aborte, y pechos enjutos† [Ose 9:14]).

En el libro de Job se alude a la vida del feto en la m. (†œ¿Por qué no morí­ yo en la m., o expiré al salir del vientre?† [Job 3:11]; †œPor qué me sacaste de la m.? Hubiera yo expirado, y ningún ojo me habrí­a visto† [Job 10:18]). Los primogénitos son llamados †œlos que abren la m.† Debí­an ser consagrados al Señor (†œCualquiera que abre m. entre los hijos de Israel … mí­o es† [Exo 13:2]). †¢Aborto. †¢Esterilidad. †¢Vientre.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

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Esquema neutro en el cual puede depositarse diversos contenidos que se configuran según el mismo esquema. Estrictamente es el órgano en el que se configuran los seres vivos. Pero metafóricamente se aplica su proceso vital a multitud de acciones o configuraciones.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

í“rgano femenino de la generación en cuyo interior se desarrolla y se nutre el feto. Jehová es el Creador de la matriz (Gé 2:22) y quien puede hacerla fértil (Gé 29:31; 30:22; 49:25) o estéril. (Gé 20:18.) Cuando Jehová restituyó la facultad de la procreación de Sara, su matriz estaba †˜amortiguada†™, es decir, era incapaz de engendrar. (Ro 4:19; Gé 18:11, 12; 21:1-3.) La Biblia indica que Jehová es el responsable del proceso de formación de un embrión en la matriz, pues muestra que el desarrollo del ser humano en la matriz se atiene al diseño divino y no es fruto de la casualidad o de la evolución. (Job 31:15; compárese con Job 10:8; Sl 139:13-16; Isa 45:9.) Puesto que la matriz se creó especí­ficamente para la propagación de la especie, una †œmatriz restringida† se cuenta como una de las cuatro cosas que no han dicho: †œÂ¡Basta!†. (Pr 30:15, 16.)
Como la matriz está en la zona general del cuerpo conocida como †œvientre†, en hebreo se suele usar esta palabra para hacer referencia a la matriz, como en Génesis 25:23; Deuteronomio 7:13; Salmo 127:3. (Véase VIENTRE.)
Por haber creado la matriz, Dios puede ver exactamente lo que se va formando dentro de ella. Asimismo, puede leer los rasgos hereditarios que se están desarrollando en la criatura no nacida y determinar, si es su voluntad, lo que quiere hacer con esa persona. (Jer 1:5; Lu 1:15; compárese con Ro 9:10-13.)
Jehová le mandó a Israel: †œSantifí­came todo primogénito varón que abre cada matriz entre los hijos de Israel, entre hombres y bestias. Es mí­o†. (Ex 13:2.) En los nacimientos humanos, esta ley aplicaba al primogénito varón del padre. (Véase PRIMOGENITO.)
Jesús mostró que no habí­a por qué colocar a Marí­a, su madre, por encima de otras siervas de Dios. En una ocasión, cuando estaba enseñando, una mujer gritó: †œÂ¡Feliz es la matriz que te llevó y los pechos que mamaste!†. A lo que Jesús respondió: †œNo; más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!†. (Lu 11:27, 28.) Más tarde, cuando le llevaron al madero de tormento, dio una profecí­a con respecto a la futura destrucción de Jerusalén, en la que dijo a las mujeres que lloraban por él que llegarí­an dí­as en los que las personas exclamarí­an: †œÂ¡Felices son las estériles, y las matrices que no dieron a luz!†. (Lu 23:27-29.) Estas palabras tuvieron su cumplimiento en el año 70 E.C., cuando más de un millón de judí­os, entre los que se encontraban niños pequeños, murieron atrozmente y miles fueron vendidos como esclavos.
Cuando Nicodemo, un gobernante judí­o que era miembro de los fariseos, oyó la declaración de Jesús: †œA menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios†, preguntó: †œ¿Cómo […]? No puede entrar en la matriz de su madre por segunda vez y nacer, ¿verdad?†. Jesús pasó a explicarle que este nuevo nacimiento no es de una matriz humana, sino †œdel agua y del espí­ritu†. (Jn 3:1-8.)

Uso figurado. La palabra †œmatriz† se utiliza en algunas ocasiones con referencia a la fuente de algo. Al referirse a las obras creativas relativas a la Tierra, Jehová habla del mar que irrumpe †œde la matriz†. (Job 38:8.) Por otra parte, Jehová le dice al Señor de David que en el dí­a de su fuerza militar tendrá voluntarios que se ofrecerán de buena gana †œcomo gotas de rocí­o† desde †œla matriz del alba† (desde donde viene el rocí­o matutino). (Sl 110:1-3.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

metra (mhvtra, 3388), matriz (relacionado con méter, madre). Aparece en Luk 2:23; Rom 4:19:¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Corresponde a los vocablos heb. beṭen, mē˓ı̂m y reḥem o raḥam; y gr. gastēr, koilia o mētra; los dos primeros se usaban en ambos casos también para el vientre en general, lo que indica la vaguedad hebrea en cuanto concierne a la fisiología interna (* Estómago; * entrañas). La referencia es, generalmente, al lugar o el momento del comienzo de la vida (Job 1.21; Is. 49.1), y por ende figuradamente al origen de cualquier cosa (Job 38.29). La formación de la criatura en la matriz es un misterio maravilloso para los escritores bíblicos, quienes, comprensiblemente, la atribuyen a la acción y el cuidado directos de Dios (Job 31.15; Ec. 11.5). La presencia de la criatura viva en la matriz algún tiempo antes del nacimiento se menciona en el NT (Lc. 1.41). La *esterilidad se atribuye al cierre de la matriz, lo que a veces es obra de Dios, según se declara específicamente (1 S. 1.5, °vrv1). Constituye un gran motivo de dolor y vergüenza para la mujer afectada (v. 6). El *primogenito, mencionado como el que abre la matriz, se considera santo (Ex. 13.2; Lc. 2.23).

Bibliografía. H. J. Stoebe, “Tener misericordia”, °DTMAT, t(t). II, cols. 957ss.

B.O.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico