OJO

v. Mirar, Ver
Gen 3:5 serán abiertos vuestros o, y seréis como
Gen 29:17 o de Lea eran delicados, pero Raquel
Exo 21:24; Lev 24:20; Deu 19:21 o por o, diente por
Num 10:31 conoces .. nos serás en lugar de o
Deu 11:12 están sobre ella los o de Jehová tu Dios
Deu 28:54 mirará con malos o a su hermano, y a
Deu 32:10 trajo .. guardó como a la niña de su o
Jdg 16:21 mas los filisteos .. le sacaron los o
1Sa 11:2 a cada uno de .. saque el o derecho
1Sa 18:9 Saúl no miró con buenos o a David
1Ki 8:29; 2Ch 6:20 estén tus o abiertos de noche
2Ki 25:7; Jer 39:7 a Sedequías le sacaron los o
2Ch 16:9 los o de Jehová contemplan toda la
Ezr 9:8 a fin de alumbrar .. Dios nuestros o
Job 7:8 fijarás en mí tus o, y dejaré de ser
Job 19:27 mis o lo verán, y no otro, aunque mi
Job 28:10 ríos, y sus o vieron todo lo preciado
Job 29:11 los o que me veían me daban testimonio
Job 29:15 yo era o al ciego, y pies al cojo
Job 34:21 porque sus o están sobre los caminos
Psa 6:7 mis o están gastados de sufrir; se han
Psa 17:8 guárdame como a la niña de tus o
Psa 33:18 el o de Jehová sobre los que le temen
Psa 34:15 los o de Jehová están sobre los justos
Psa 94:9 ¿no oirá? El que formó el o, ¿no verá?
Psa 119:18 abre mis o, y miraré las .. de tu ley
Psa 121:1 alzaré mis o a los montes; ¿de dónde
Psa 123:1 a ti alcé mis o, a ti que habitas en los
Psa 141:8 a ti, oh Jehová, Señor, miran mis o
Pro 15:3 los o de Jehová están en todo lugar
Pro 20:12 el oído que oye, y el o que ve, ambas
Pro 22:9 el o misericordioso será bendito, porque
Pro 27:20 así los o del .. nunca están satisfechos
Ecc 1:8 nunca se sacia el o de ver, ni el oído de
Ecc 2:14 el sabio tiene sus o en su cabeza, mas
Ecc 6:9 más vale vista de o que deseo que pasa
Son 4:1 o entre tus guedejas como de paloma
Isa 6:10 agrava sus oídos, y ciega sus o, para que
Isa 29:10 cerró los o de vuestros profetas, y puso
Isa 32:3 no se ofuscarán .. los o de los que ven
Isa 52:8 o a o verán que Jehová vuelve a traer
Jer 5:21; Eze 12:2 que tiene o y no ve, que tiene
Jer 9:1 y mis o fuentes de lágrimas, para que
Jer 16:17 mis o están sobre todos sus caminos
Jer 24:6 pondré mis o sobre ellos para bien, y
Amo 9:4 y pondré sobre ellos mis o para mal
Amo 9:8 los o de Jehová .. están contra el reino
Zec 2:8 el que os toca, toca a la niña de su o
Zec 4:10 siete son los o de Jehová, que recorren
Zec 8:6 será maravilloso delante de mis o? dice
Mat 5:29; 18:9


Ojo (heb. zayin, “fuente”, “ojo”; gr. ómma, ofthalmós, etc.). 856 Literalmente, el órgano de la percepción visual fí­sica; figuradamente, la facultad de la percepción mental y espiritual. La ley de Moisés determinaba que el daño intencional al ojo debí­a ser castigado por un daño similar al ojo del culpable: “Ojo por ojo” (Ex. 21:24; Deu 19:21). En un sentido, esto era misericordioso, porque infligir un mal mayor que el realizado estaba prohibido. “Levantar” los ojos (Gen 13:10; 18:2; 22:13; 24:63; etc.) es observar cuidadosamente. Figuradamente, el salmista oró a Dios para que le abriera los ojos para comprender su voluntad revelada (Psa 119:18). El “ojo” también representa la disposición o el carácter, como en Psa 18:27; 131:1; Pro 22:9; 2Pe 2:14 Los muchos ojos de los seres vivientes de Ezequiel (Eze 1:18; 10:12; Ap. 4:6) tal vez representen figuradamente la omnisciencia de Dios. Véase Niña del ojo.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

órgano de la visión, cuyo nombre se utiliza con sentido figurado, Ez. 1, 18, y antropomórfico, Sal 33, 18. En sentido figurado, los o.: poseen cualidades morales, son altivos, Pr 6, 17, experimentan deleite, Ez 24, 16, desean, 1 Jn 2, 16, y escarnecen, Pr 30, 17. La expresión o. por o., denota venganza, Lv 24, 20. Hay o. sincero y o. Maligno, Mt 6, 22-23.

En el oriente Antiguo los vencedores solí­an sacarle los o. a los enemigos vencidos, Jc 16, 21; 2 R 25, 7. Las mujeres paganas acostumbraban pintarse los o., 2 R 9, 30.

El apóstol Pablo menciona el o. cuando recalca la interdependencia de los órganos del cuerpo, 1 Co 12, 16 ss. El cuidado de Dios para con sus hijos se destaca en la expresión el o. de Yahvéh está sobre los que le temen, Sal 33, 18.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., †™ayin, gr. ophthalmos). El órgano de la vista, entre los miembros más estimados del cuerpo. Si alguien golpeaba el ojo de un esclavo de modo que quedaba cegado, tení­a que liberar al esclavo (Exo 21:26). Una de las costumbres más crueles de las naciones paganas era la de sacarle los ojos al enemigo vencido (2Ki 25:7). Con frecuencia ojo se refiere al discernimiento y la comprensión espirituales (Psa 19:8; Eph 1:18). Otras expresiones hablan del ojo como indicación del carácter (Psa 131:1; Pro 22:9; Mat 20:15).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Este órgano del cuerpo humano es relacionado muchas veces en la Biblia con la capacidad de conocer y discernir. Satanás dijo a Eva: †œ… sabe Dios que el dí­a que comáis de él, serán abiertos vuestros o., y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal† (Gen 3:5). †œEl precepto de Jehová es puro, que alumbra los o.† (Sal 19:8). Por el extremo cuidado con el cual el hombre cuida de su vista, se dice que Dios guardó a su pueblo †œcomo a la niña de su o.† (Deu 32:10; Sal 17:8). Una molestia constante para el pueblo de Israel se compara con una espina en el o. de una persona (†œ… os serán por lazo … por espinas para vuestros o.† [Jos 23:13]). Recibir un tratamiento favorable de alguien es †œhallar gracia delante de sus o.†. Así­, †œNoé halló gracia ante los o. de Jehovᆝ (Gen 6:8). En términos de justicia y retribución se dio el mandamiento de †œ… rotura por rotura, o. por o., diente por diente† (Lev 24:20; Deu 19:21).

En la manera de hablar de los hebreos, muy frecuentemente el o., así­ como otros órganos del cuerpo humano, se presentan como si tuvieran personalidad propia. Así­, el o. puede perdonar o no (†œ… ni su o. perdonará a los hijos† [Isa 13:18]). El o. vigila (†œHe aquí­ el o. de Jehová sobre los que le temen…† [Sal 33:18]). Los o. se enaltecen o se humillan (†œJehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron† [Sal 131:1]; †œ… Dios salvará al humilde de o.† [Job 22:29]).
tiempos muy antiguo se pensaba que los o. eran la ventana del alma, a través de la cual la luz penetraba en el cuerpo. Así­, si los o. estaban bien, el interior del cuerpo estarí­a sano. El Señor Jesús utilizó esa manera de pensar como una metáfora cuando hablaba de buscar †œtesoros en los cielos†, indicando que si el interés de una persona se centraba en ellos, todo el resto de su personalidad estarí­a sana (†œPorque donde esté vuestro tesoro, allí­ estará también vuestro corazón. La lámpara del cuerpo es el o.; así­ que, si tu o. es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz† [Mat 6:19-22]). También habló metafóricamente de sacar †œla viga† de tu o. antes que intentar sacar †œla paja† en el o. ajeno (Mat 7:4-5), hablando de corregir los defectos propios antes de criticar los ajenos. Las palabras del Señor Jesús: †œEs más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios† (Mat 19:24; Mar 10:25; Luc 18:25) es una forma de hablar bastante usual entre hebreos, utilizando lo absurdo para enfatizar lo difí­cil de alguna cosa.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, TIPO ver, sit,

vet, Se usa simbólicamente de la omnipresencia de Dios: “Los ojos de Jehová están en todo lugar” (Pr. 15:3). “Los ojos de Jehová están sobre los justos” (Sal. 34:15; 1 P. 3:12; cfr. 2 Cr. 16:9; Zac. 4:10). Sus ojos están sobre los malvados, y Su ojo no perdonará, ni tendrá compasión en el dí­a del juicio (Ez. 5:11). También se usa el ojo simbólicamente del órgano que transmite la luz al alma. Si el ojo es sencillo (lo que significa que sólo hay un objeto, la gloria de Dios, ante el alma), todo el cuerpo está lleno de luz; pero si el ojo es malo, teniendo una dispersión de objetos (como cuando el ojo ve doble), todo el cuerpo estará lleno de tinieblas. Y si la luz (aunque sea luz verdadera) llega a ser tinieblas, estas tinieblas son realmente negras (cfr. Mt. 6:22, 23). Un cristiano en este estado puede estar haciendo aquellas mismas cosas que condena en otros. El cristiano es exhortado a no servir al ojo (Ef. 6:6), lo que significa que se debe actuar con diligencia y buen ánimo en el cumplimiento de las obligaciones, y no porque se tema la vigilancia.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

El ojo es un órgano del cuerpo que, junto con el oí­do, significa la totalidad del ser humano (Mt 3,14; Mc 8,18). La pupila es la niña del ojo, que se guarda como joya preciada (Sal 17,8; Prov 7). Cuando Jesucristo hace que a uno “se le abran los ojos”, le hace recobrar la vista (Mt 9,30; Jn 9,10.14); cuando dice a sus discí­pulos que “abran bien los ojos”, quiere que sean precavidos y no se dejen influir por los fariseos (Mt 16,6; Mc 8,15), no se dejen llevar por la codicia (Lc 12,15), y que reconozcan a alguien (Lc 24,31); cuando les dice que “levanten sus ojos”, quiere decir que estén bien atentos a las cosas que puedan suceder (Mt 17,8; Lc 16,23; Jn 4,35; 6,5). Los ojos se identifican con el espí­ritu y la inteligencia capaz de captar y comprender una doctrina (Mc 8,18; Lc 19,42). El ojo es también la lámpara del cuerpo (Mt 6,22; Lc 11,34), que si deja pasar la luz divina, evita la caí­da (Mt 15,14) y permite admirar las maravillas del Señor (Mt 21,42; Mc 12,11). El ojo, por tanto, adquiere un sentido ético y religioso, y así­ se habla del ojo bueno (Lc 11,34), del ojo malo (Mt 20,15) y del ojo envidioso (Mc 7,22). Si el ojo es malo y ocasión de pecado, es mejor sacárselo antes que caer en pecado y condenarse (Mt 5,9; 18,9; Mc 9,47). Los milagros evangélicos en que los ciegos ven, aparte de manifestar la compasión y el poder divino de Jesucristo, simbolizan la acogida de la Buena Nueva (Mt 9,29-30; Mc 8,18.23.25; Jn 9). Los ojos y oí­dos de los que saben ver y oí­r los hechos y las palabras de Jesucristo son declarados bienaventurados y dichosos (Mt 13,16; Lc 10,23). -> palabras escandalosas.

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

í“rgano de la visión; es una prodigiosa †œcámara† de control automático que transmite impulsos al cerebro, donde el objeto enfocado en la retina del ojo se traduce en visión. Tanto el término hebreo `á·yin como el griego o·fthal·mós se emplean en sentido literal y figurado. La palabra hebrea también puede usarse para referirse a una †œfuente† o †˜manantial†™. (Gé 24:13; Ex 15:27.) El que el ser humano tenga dos ojos le permite una visión estereoscópica. La pérdida de la visión constituye un grave impedimento, porque la vista probablemente sea la ví­a más importante de comunicación con la mente.
El ojo es una de las partes más bellas del cuerpo. (Can 1:15; 4:9; 7:4.) Tanto desfiguraban la ceguera y las afecciones oculares, que nadie que padeciera de estas podí­a ser sacerdote bajo el pacto de la Ley. (Le 21:18, 20.) Según la ley de Israel, si alguien le sacaba un ojo a su esclavo, tení­a que dejarlo en libertad. (Ex 21:26.) A fin de humillar y debilitar a sus enemigos, algunos pueblos de la antigüedad tení­an la cruel costumbre de cegar a los presos enemigos más prominentes. (Jue 16:21; 1Sa 11:2; 2Re 25:7.)
La estructura del ojo revela un diseño maravilloso por parte de su Hacedor, y el proceso del que se vale la mente para interpretar lo que se transmite a través del ojo dista de ser entendido por los cientí­ficos. Todo esto señala a la inteligencia de su Diseñador. Jehová Dios mismo testifica que es el Creador del ojo al decir: †œAquel que formó el ojo, ¿no puede mirar?†. (Sl 94:9; Pr 20:12.)

Los ojos de Jehová. Dios ayuda a los humanos a entender y apreciar lo que le atañe a El mismo asemejando sus caracterí­sticas a aquello que conocemos bien. Por eso dice figurativamente que sus †œojos† están sobre su pueblo, es decir, que lo vigila y lo cuida con amor. El apóstol Pedro dice: †œLos ojos de Jehová están sobre los justos†. (1Pe 3:12.) Dios enfatiza este cuidado y sensibilidad por su bienestar cuando se refiere a sus siervos como la †œniña† de su ojo, una metáfora con la que representa lo preciosos que son a su vista y su prontitud para actuar en favor de [Continúa en la página 545] [Viene de la página 528] ellos cuando el enemigo los toca. (Dt 32:10; Sl 17:8.) Al hablar sobre cómo Jehová observa las acciones de todos los hombres, Jeremí­as escribió que sus †œojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, a fin de dar a cada uno conforme a sus caminos†. (Jer 32:19.) Pablo escribió acerca de la omnisciencia de Jehová y la justicia de sus tratos con toda persona: †œNo hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta†. (Heb 4:13; 2Cr 16:9; Sl 66:7; Pr 15:3.) Con relación al poder escrutador de Dios, el salmista dice: †œSus propios ojos contemplan, sus propios ojos radiantes examinan a los hijos de los hombres†. (Sl 11:4.)
La facultad de Jehová para conocer las caracterí­sticas y tendencias de una persona, es decir, su composición genética, incluso cuando se está formando en la matriz, como ocurrió en el caso de Jacob y Esaú (Gé 25:21-23; Ro 9:10-13), se desprende de las palabras del salmista David: †œTus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas, respecto a los dí­as en que fueron formadas y todaví­a no habí­a una entre ellas†. (Sl 139:15, 16.)

Uso ilustrativo. El ojo es una importante ví­a de comunicación para el cerebro, el cual influye considerablemente en las emociones y acciones. Satanás tentó a Eva haciendo que deseara lo que estaba ante su vista (Gé 3:6); también trató de hacer que Jesús pecara induciéndole a anhelar impropiamente lo que tení­a ante sus ojos (Lu 4:5-7); y el apóstol Juan nos dice que †œel deseo de los ojos† es una de las cosas que se originan del mundo que va pasando. (1Jn 2:16, 17.) Asimismo, los ojos son el reflejo de muchas emociones, por lo que las Escrituras usan expresiones como: †œojos altaneros† (Pr 6:17), †œojos lustrosos† (de la mujer mala y seductora, Pr 6:25), †œojos llenos de adulterio† (2Pe 2:14), †œojo no generoso† (Pr 23:6), †œojo envidioso† (Pr 28:22) y †˜ojo inicuo†™ (†œojo malo†, BJ). Este último caso no se refiere al mal de ojo, superstición que atribuye influjo maléfico a la mirada de algunas personas, sino a un ojo que refleja malas intenciones, justamente lo opuesto al †˜ojo bondadoso†™. (Mt 20:15; Pr 22:9.)
Las expresiones de los ojos demuestran claramente los sentimientos de la persona. Pueden reflejar compasión o falta de ella (Dt 19:13); también pueden †˜guiñar†™ o †˜parpadear†™ para expresar desprecio o confabulación. (Sl 35:19; Pr 6:13; 16:30.) Del que no quiere ver o hacer algo por otra persona se dice que cierra o esconde sus ojos. (Mt 13:15; Pr 28:27.) Y se dice que el estúpido tiene sus ojos †œen la extremidad de la tierra†, errantes de acá para allá, sin objeto definido, con sus pensamientos en cualquier parte menos donde deberí­an estar. (Pr 17:24.) Incluso la salud, el vigor de una persona o su felicidad se manifiestan por la apariencia de sus ojos. (1Sa 14:27-29; Dt 34:7; Job 17:7; Sl 6:7; 88:9.) Cuando Jehosafat oró a Jehová, dijo: †œNuestros ojos están hacia ti†. (2Cr 20:12.)
En determinados contextos, los †œojos† se refieren al juicio de una persona (Gé 19:14; Pr 12:15; Mt 21:42), su presencia (Gé 23:11), su conocimiento (Nú 15:24), su atención (Gé 44:21; Lu 4:20) o su compasión (Pr 28:27). El vocablo hebreo `á·yin (ojo) también puede referirse a la apariencia que presenta alguna cosa, como la †œsuperficie visible† de la Tierra (Ex 10:5, nota), el †œaspecto† o †œapariencia† del maná y del electro (Nú 11:7, nota; Eze 1:4), el †˜centelleo†™ del vino (Pr 23:31), la †œsemejanza† de una expansión (Eze 1:22) y la †œvista† del cobre. (Da 10:6; compárese con Zac 5:6, nota.)

Ver a Dios; ver a Jesús. Los ángeles, criaturas celestiales, pueden contemplar el resplandor de Jehová (Mt 18:10; Lu 1:19), una experiencia que ningún humano podrí­a soportar, pues Jehová mismo le dijo a Moisés: †œNingún hombre puede verme y sin embargo vivir†. (Ex 33:20.) Juan escribió: †œA Dios ningún hombre lo ha visto jamás†. (Jn 1:18.) Por consiguiente, cuando Jesús dijo a su discí­pulo Felipe: †œEl que me ha visto a mí­ ha visto al Padre también† (Jn 14:9), y cuando el apóstol Juan declaró: †œEl que hace el mal no ha visto a Dios† (3Jn 11), obviamente no se estaban refiriendo a ver a Dios con los ojos fí­sicos, sino con lo que el apóstol Pablo llamó los †œojos de su corazón†. (Ef 1:18.) Los que ven con los ojos del corazón son los que realmente han llegado a conocer a Dios y aprecian sus cualidades; por eso Juan pudo escribir: †œEl que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor†. (1Jn 4:8.)
De igual modo, en vista del hecho de que Jesús dijo que †˜el mundo no lo contemplarí­a†™ (Jn 14:19), el que en Revelación 1:7 se mencione que †œtodo ojo le verá [a Jesucristo]†, debe referirse, no al ojo literal, sino al efecto que causarí­a en la mente de los observadores humanos la prueba de su presencia, que podrí­an ver con sus ojos fí­sicos cuando él comenzara a destruir a sus enemigos. No obstante, la Biblia indica que aquellos a quienes Dios llama a vida celestial con Cristo verán literalmente a Dios, lo que requiere que se efectúe en ellos un cambio a la naturaleza divina, una resurrección con un cuerpo celestial. (1Pe 1:4; 1Co 15:50-54; compárese con 1Pe 3:18.)

Visión espiritual. Tanto el ojo espiritual como el fí­sico son dones de Dios (Pr 20:12); El promete curar ambos y eliminar toda causa de lágrimas. (Isa 35:5; Rev 21:4.) Resulta imposible entender los propósitos de Dios si no se tiene el don de la visión espiritual. Por otra parte, Jehová esconde su verdad de los ojos de aquellos que son tozudos o rebeldes y permite que †˜se les oscurezcan los ojos†™. (Ro 11:8-10; Lu 19:42.) †œTienen ojos [literales], pero no pueden ver [espiritualmente].† (Jer 5:21; Isa 59:10.)
Jesús también señaló que la visión espiritual debe mantenerse aguda y bien enfocada, al decir: †œLa lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo [sincero; enfocado en una sola dirección; generoso], todo tu cuerpo estará brillante; pero si tu ojo es inicuo, todo tu cuerpo estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!†. (Mt 6:22, 23.) Jesús aconsejó asimismo que una persona no deberí­a ofrecerse a extraer una simple †œpaja† del ojo de su hermano para ayudarle a emitir mejores juicios, cuando su propia capacidad para emitir un buen juicio está deteriorada por una †œviga†. (Mt 7:3-5.)
El apóstol Juan vio el trono de Dios junto con las cuatro criaturas vivientes llenas de ojos por delante y por detrás. (Rev 4:6, 8.) Como estas criaturas estaban dotadas de tantos ojos, podí­an mantenerse en constante alerta y verlo todo. Estarí­an perfectamente al tanto de lo que aconteciese en la Tierra, y pendientes de Dios y de Sus indicaciones sobre lo que El deseara que se hiciese. (Compárese Sl 123:2; también Eze 1:18; 10:12.) Jehová aconseja a sus siervos que no permitan que Sus dichos †˜se escapen de sus ojos†™. (Pr 4:20, 21; Lu 10:23; véase CEGUERA.)

Véase AGUJA, OJO DE.

Fuente: Diccionario de la Biblia

>ayin (ºyI[‘ , 5869), “ojo; pozo; superficie; apariencia; fuente, manantial”. >Ayin tiene cognados en ugarí­tico, acádico, arameo, así­ como en otras lenguas semí­ticas. Se encuentra unas 866 veces y durante todos los perí­odos del hebreo de la Biblia (5 veces en arameo bí­blico). Primero, el vocablo se refiere al órgano del cuerpo llamado “ojo”. En Gen 13:10, >ayin tiene que ver con el “ojo humano”: “Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán”. También se refiere a los “ojos” de animales (Gen 30:41), í­dolos (Psa 115:5) y Dios (Deu 11:12 un antropomorfismo). La expresión “entre los ojos” significa “en la frente”: “Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un memorial entre tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca” (Exo 13:9 rva). Los “ojos” pueden reflejar “debilidad” o “dolor”: “Aconteció que cuando Isaac habí­a envejecido, sus ojos se debilitaron, y no podí­a ver. Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor” (Gen 27:1 rva). La “niña del ojo” es el componente central, el iris: “Guárdame como a la niña de tu ojo” (Psa 17:8RVA). A veces sobresale la belleza de los “ojos”: “Era rubio, de ojos hermosos y bien parecido” (1Sa 16:12 lba). >Ayin se usa con frecuencia en relación a expresiones que indican “ver”: “He aquí­, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamí­n, que mi boca os habla” (Gen 45:12). La expresión “levantar los ojos” se explica mediante el verbo que le sigue: uno levanta la vista para hacer algo, lo que el verbo indique “alzó los ojos” (cf. Gen 13:10). “Poner los ojos” puede indicar un acto de “deseo”, “anhelo”, “devoción”: “Y sucedió después de estas cosas, que la mujer de su señor puso sus ojos [miró con deseo] en José” (Gen 39:7 rva). Los “ojos” pueden ser instrumentos de “juicio”, de “evaluación” intelectual o para comprobar la veracidad: “Y tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él” (Gen 44:21). Los “ojos” a veces reflejan actitudes mentales, como preocupación: “Y no os preocupéis [lit. “no dejéis que vuestros ojos miren con pesar”] por vuestras posesiones personales, pues lo mejor de toda la tierra de Egipto es vuestro” (Gen 45:20 lba). “Ojos” se usa metafóricamente acerca de capacidades, hechos y condiciones mentales y espirituales. Así­, en Gen 3:5 (primera vez que aparece el vocablo), “abrir los ojos” quiere decir adquirir la capacidad (autonomí­a) de fijar por cuenta propia normas de bien y mal. En pasajes como Pro 4:25 rva, “ojo” se refiere a una facultad moral: “Miren tus ojos lo que es recto, y dirí­jase tu vista a lo que está frente a ti”. En Pro 23:6 se usa el vocablo para describir una condición moral: “No comas pan con el avaro [lit. “hombre de mal ojo” rv; “el de malas intenciones” rva, bj; “hombre malo” bla; “egoí­sta” lba; “tacaño” lvp, nvi] ni codicies sus manjares” (rvr; cf. nbe). Una persona puede servir de guí­a o de “ojos” de otro: “Y Moisés le dijo: Por favor, no nos abandones, ya que tú conoces el lugar donde debemos acampar en el desierto y nos servirás de ojos” (Num 10:31 rva). La frase “en los ojos” significa “según el punto de vista u opinión”: “Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que habí­a concebido, miraba con desprecio a [era despreciable en los ojos de] su señora” (Gen 16:4). Otra frase, “de los ojos”, puede significar que el asunto está “velado” o “escondido” del conocimiento de alguien: “Y alguno cohabitare con ella, y su marido no lo hubiese visto [lit. “escondido de los ojos de su marido”] por haberse ella amancillado ocultamente” (Num 5:13). En Exo 10:5, el término se refiere a la “superficie visible de la tierra”: “Y cubrirán la superficie de la tierra, de modo que nadie podrá verla” (lba). En Lev 13:5 se usa >ayin para referirse al “parecer” de alguien: “Al séptimo dí­a el sacerdote lo examinará. Si según su parecer [a sus ojos] la llaga se ha mantenido igual y no se ha extendido en la piel” (rva). Un “brillo” o “centelleo” se describe con la frase “mostrar los ojos”, en pasajes como Pro 23:31 “No te fijes en lo rojo que es el vino, ni en cómo brilla [muestra los ojos] en la copa” (nvi). >Ayin también se refiere a una “fuente o manantial” (lit., “ojo de agua”): “Pero el ángel de Jehovah la encontró en el desierto junto a un manantial [“fuente” lba] de agua (el manantial [“fuente” lba] que está en el camino de Shur)” (Gen 16:7 rva). ma>yan (ºy:[]m’ , 4599), “fuente, manantial”. Este vocablo se encuentra en el Antiguo Testamento 23 veces. En Lev 11:36, ma>yan quiere decir “fuente”: “Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas serán limpias: mas el que hubiere tocado en los cadáveres será inmundo” (rvr; “manantial” rva). Otro ejemplo se encuentra en Gen 7:11 “El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete dí­as del mes, aquel dí­a fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas”.

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

1. ofthalmos (ojfqalmov”, 3788), relacionado con opsis, vista, probablemente derivado de una raí­z que significa penetración, afilamiento (Curtius, Greek Etymologies); cf. términos castellanos como oftalmologí­a, etc.. Se utiliza: (a) del órgano fí­sico (p.ej., Mat 5:38); de restaurar la vista (p.ej., Mat 20:33); del poder de visión que posee Dios (Heb 4:13; 1Pe 3:12); del de Cristo. en una visión (Rev 1:14; 2.18; 19.12); del de el Espí­ritu Santo en la unidad de la Deidad con Cristo (Rev 5:6); (b) metafóricamente, de visión mental (Mat 6:23; Mc 7.22); por metonimia, de envidia (RV: “el ojo maligno”; RVR: “envidia”); pureza de motivos (Mat 6:22; Luk 11:34); como el instrumento de malos deseo, “la principal avenida de la tentación” (1 Joh 2:16); de adulterio (2Pe 2:14); (c) metafóricamente, de visión mental (Mat 13:15; Joh 12:40; Rom 11:8; Gl 3.1); donde la metáfora del “ojo malo” es alterada para un sentido distinto del de encantar o fascinar (se utilizaba la representación de un ojo sobre una placa o tablilla, como encantamiento o amuleto, para afrontar males). Mediante la predicación del evangelio, Cristo, por así­ decirlo, habí­a sido expuesto ante los ojos de ellos como sobre una placa o tablilla; la pregunta podrí­a parafrasearse de la siguiente manera: “¿Qué falsos maestros os han estado fascinando malignamente?”; Eph 1:18, de “los ojos de vuestro entendimiento” (RV, RVR, RVR77; VM, lit., y tal como traduce Besson: “los ojos de vuestro corazón”), como medio de conocimiento. 2. omma (o[mma, 3659), vista. Se utiliza en forma plural en Mat 20:34, en el v. 33 se utiliza el Nº 1; Mc 8.23; Mc 8.23, en el v. 25 se utiliza el Nº 1). Es un término más poético que el Nº 1, y los escritores pueden haber cambiado de palabra con vistas a distinguir el simple deseo del ciego del tierno acto del Señor mismo.¶ 3. trumalia (trumaliav, 5168), se utiliza del ojo de una aguja (Mc 10.25; derivado de trume, agujero; truo, desgastar).¶ Cf. trema, agujero, perforación (Mat 19:24; en TR aparece trupema, de trupao, hacer un agujero; y Luk 18:25 en los mss. más comúnmente aceptados, TR tiene aquí­ trumalia).¶ Notas: (1) Para autoptes, que se traduce en la RVR como “lo vieron con sus ojos”, véanse OCULAR, Nº 1, y TESTIGO; (2) epoptes, traducido en RVR como “visto con nuestros propios ojos”, se trata en OCULAR, Nº 2, TESTIGO; (3) anablepo, verbo que significa mirar hacia arriba, se traduce “levantando los ojos” en varios pasajes, como, p.ej., Mat 14:19; Mc 7.34; véanse LEVANTAR, Nº 13. Para su otro significado de recibir o recobrar la vista, véanse RECIBIR, RECOBRAR, VISTA; véase también MIRAR; (4) el verbo aforao, traducido “puestos los ojos en Jesús” (Heb 12:2), se trata en PONER, véase; (5) atenizo, mirar fijamente, se traduce con la expresión “fijar los ojos” en Act 3:4; etc.; y también con otras como poner los ojos, fijar la vista; véase FIJAR, Nº 1 y también MIRAR, Nº 7.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

La palabra usada en el AT es ʿayin, en tanto que en el NT es ofzalmos, la que se usa más frecuentemente y dos veces aparece omma (Mt. 20:34; Mr. 8:23).

El uso más frecuente tiene que ver con el sentido literal ordinario. Como tal, el ojo es considerado de gran valor. Esto se revela en la costumbre de sacar los ojos de los enemigos (Jue. 16:21; 1 S. 11:2), y por declaraciones tales como la de Gá. 4:15. El ojo también fue considerado el canal principal de tentación (Gn. 3:6; cf. 1 Jn. 2:16).

Los usos más interesantes son figurativos. En este sentido, el ojo generalmente representa el entendimiento mental o espiritual. Así, conocer a Cristo es tener «alumbrando los ojos de nuestro entendimiento» (Ef. 1:18) y guardar los mandamientos del Señor alumbra los ojos (Sal. 19:8).

El uso simbólico del ojo en la Biblia revela la estrecha relación entre el estado del alma y la parte física en el pensamiento hebreo, p. ej., una persona con un «ojo maligno» es envidiosa (Dt. 28:54), el «ojo misericordioso» es generoso (Pr. 22:9), un «ojo altivo» es orgulloso (Sal. 18:27; cf. Is. 10:12).

Walter W. Wessel

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (433). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología

El término heb. para ojo, ˒ayin, con paralelos en otros idiomas del Cercano Oriente, se emplea para el órgano físico del hombre (Gn. 3.6), de las bestias (30.41) de Dios, en forma antropomórfica (Sal. 33.18), y también de ciertos objetos (Ez. 1.18; cf. Ap. 4.6). La voz gr. ofthalmos tiene derivados conocidos en castellano.

En heb. se concibe a los órganos físicos como si fueran semiindependientes y como si poseyesen, incluso, cualidades psíquicas y morales. Es así que el ojo no sólo tiene vista sino que también tiene altivez (Is. 5.15) y piedad (Dt. 7.16), duerme (Gn. 31.40), se deleita (Ez. 24.16), etc., y mientras Pablo destaca la interdependencia de los órganos físicos (1 Co. 12.16s), Mt. 5.29 preserva la noción hebraica de la función semiautónoma del órgano.

La práctica de sacar los ojos a los enemigos derrotados era común en oriente (Jue. 16.21; 2 R. 25.7).

La frase “el ojo de Jehová sobre los que le temen” (Sal. 33.18) simboliza el diligente cuidado de Dios (cf. Sal. 1.6).

Otras frases son: “ojo por ojo” (Lv. 24.20); “cara a cara”, literalmente “ojo a ojo” (Nm. 14.14); “a vista de ellos” (e. d. ante sus ojos), o sea a plena vista (Gn. 42.24; cf. Jer. 32.12); y “delante de tus ojos”, e. d. en la frente (Ex. 13.9), referido a las filacterias.

Usos derivados son: “faz de la tierra” (heb. ˒ayin) (Ex. 10.5), y “refulgente” o “resplandeciente” (Ez. 1.4; Pr. 23.31).

B.O.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico