PARTOS

Partos (gr. párthoi, “desterrados”). Pueblo que aparece en la historia en tiempos del rey persa Darí­o I, cuando habitaban un territorio en la 16ª satrapí­a del Imperio Persa. Esta área estaba al sudeste del Mar Caspio y limitaba con Hircania al norte, Media al oeste, Carmania al sur, y varias provincias al este, de las cuales Bactria era la más importante. Después que Alejandro conquistó el Imperio Persa, Partia formó parte de su imperio. Más tarde se integró al reino de los Seléucidas. Alrededor del 250 a.C. los partos se rebelaron bajo Arsaces I, se constituyeron en un estado independiente y comenzaron su propia era (Era Arsácida) en el 247 a.C.; a los sucesores de Arsaces se los conoce como los Arsácidas. Luego, Mitrí­dates I (c 174-c 138 a.C.) realizó grandes conquistas en el este y el oeste y transformó Partia de un mero reino en un imperio, que llegó hasta el rí­o Indo por el este y hasta el gran codo del Eufrates por el oeste. Su ciudad principal fue Ctesifón, sobre el Tigris, del otro lado del rí­o, frente a Seleucia. Después del hundimiento del reino seléucida, los partos, cuyos territorios eran vecinos de las posesiones romanas en el Asia Menor oriental y en Siria, llegaron a ser los enemigos más formidables de los romanos; frecuentemente chocaron contra sus ejércitos, y algunas veces los vencieron completamente. Los partos realmente nunca fueron dominados, aunque ocasionalmente sufrieron derrotas. En el 40 a.C. invadieron Asia Menor y Siria. Jerusalén fue tomada y saqueada, y el sumo sacerdote Hireano II, y Fasael, el tetrarca de Jerusalén y hermano de Herodes, fueron llevados cautivos. Los partos pusieron a Antí­gono, el último de los asmoneos (40-37 a.C.), sobre el trono de Judea, pero Herodes el Grande consiguió el control de Palestina en el 37 a.C. Después de casi 5 siglos de duración, el reino parto, debilitado por el lujo y la disipación, fue vencido por los persas bajo Ardashir, de la familia de Sasán (226 d.C.), quien fundó el Imperio Sasánida. Mapas XII, C/D-9/10/11; XIII, B/C-7/8; C-5. Los partos que estuvieron presentes en el derramamiento del Espí­ritu Santo en Jerusalén (Act 2: 9) probablemente no fueron verdaderos partos, sino judí­os que viví­an en Partia y que habí­an peregrinado a la ciudad para celebrar la fiesta de Pentecostés. Bib.:: R. Ghirshnian, Iran (Baltimore, MD, 1954), pp 243-288; Herodoto iii.93.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

originarios de Partia. Un grupo de p. llegaron a Jerusalén para celebrar la festividad de Pentecostés y estuvieron presentes cuando el Espí­ritu Santo descendió sobre los apóstoles en lenguas de fuego, Ap 2, 9.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

La lista que hace Lucas de los pueblos que estaban en Jerusalén el dí­a de Pentecostés (Act 2:9) es encabezada por los partos y medos. Sin duda, al decir partos, Lucas se referí­a a los judí­os y prosélitos que viví­an en el antiguo imperio parto, en el este, lo que en la actualidad se conoce como Irán.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(De [Pertenecientes a] Partia).
Entre los que asistieron a la fiesta del Pentecostés en Jerusalén en el año 33 E.C., se menciona en primer lugar a los judí­os y a los prosélitos de Partia. El espí­ritu santo de Dios que se derramó sobre unos 120 discí­pulos cristianos los capacitó para proclamar las buenas nuevas en la lengua o dialecto de aquellos partos, algunos de los cuales sin duda respondieron de manera favorable, se hicieron cristianos y, probablemente, esparcieron el mensaje entre su propio pueblo una vez que regresaron a Partia. (Hch 1:15; 2:1, 4-12, 37-47.) Los judí­os naturales de Partia eran parte de la Diáspora y los †œprosélitos† (Hch 2:10) eran gentiles que se habí­an convertido al judaí­smo.
El Imperio parto era originario del SE. del mar Caspio, pero con el tiempo se extendió desde el Eufrates hasta la India. Los partos estuvieron sometidos a los persas desde la época del rey Ciro. Después cayeron bajo la dominación griega, pero se rebelaron contra los sucesores de Alejandro Magno y consiguieron mantener su independencia por varios siglos, incluso de la misma Roma. Posteriormente, ocuparon Judea durante varios años, hasta que los romanos la conquistaron. Los partos todaví­a eran una nación independiente en el siglo I E.C. y, aunque practicaban la predominante religión de los persas, toleraban las religiones de los judí­os y de otros pueblos.

Fuente: Diccionario de la Biblia

Partia, distrito al SE del mar Caspio, formaba parte del imperio persa conquistado por Alejandro Magno. Al promediar el ss. III a.C. Arsaces dirigió una revuelta de los partos contra los gobernantes seléucidas (macedonios), y sus sucesores llegaron a ampliar el imperio desde el Éufrates hasta el Indo. El uso exclusivo de caballería con arqueros les daba gran superioridad como ejército, como lo descubrieron los romanos para su desgracia. En el ss. I d.C. los partos trasladaron su capital de Ecbátana a Ctesifón y procuraron reavivar los elementos iraníes de su civilización a costa de los griegos.

Gobernaba a los partos una aristocracia terrateniente, y tenían el control del lucrativo comercio con el Lejano Oriente. Su propia religión era el mazdeísmo iraní, pero en general eran tolerantes para con las religiones de otros pueblos.

Partia es uno de los lugares donde fueron ubicados los israelitas deportados y, según Josefo, sus descendientes siguieron hablando el dialecto arm. y adorando al Dios verdadero, enviando tributo al templo de Jerusalén. En consecuencia los partos que se encontraban en Jerusalén en el día de Pentecostés (Hch. 2.9) pueden haber sido simplemente israelitas de dicha región (“lengua” en el vv. 8 podría ser también “dialecto”), pero puede haber habido prosélitos partos con ellos.

Bibliografía. C. F. Pfeiffer, °DBA, pp. 515; D. Vidal, “Partos”, °EBDM, t(t). V, cols. 890–891.

N. C. Debevoise, Parthia, 1938; M. A. R. Colledge, The Parthians, 1967.

K.L.McK.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico