POLIGAMIA

ver MATRIMONIO

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(varias esposas).

Está prohibida en el Cristianismo, Mat 19:4-5, Mar 10:2-8, 1Ti 3:2, 1Ti 3:12. y en el Antigua Testamento, , Mal 2:15.

– dijo Jesús que, en cierto tiempo, Moisés lo permitió, por la dureza del corazón: (Mat 19:8), y la practicaron.

– Abraham, Ge.16.

– Esaú, Gen 26:34.

– Jacob, Gen 29:30.

– Gedeón, Jue 8:30.

– David, 2Sa 3:2-5.

– Salomón, 1Re 11:1-8.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

tip, LEYE COST TIPO

ver, ANCIANO, DIíCONO, OBISPO

vet, La poligamia apareció con Lamec (Gn. 4:19), y así­ quedó manchada la pureza de los matrimonios, al dejarse los hombres ser dominados por impulsos carnales en la elección de sus compañeras (Gn. 6:1-2). Cuando Abraham tomó para sí­ una segunda mujer para conseguir el cumplimiento de la promesa, actuó insensatamente (Gn. 16:4). Isaac tuvo una sola esposa, pero Jacob fue polí­gamo, en parte debido al engaño de Labán (Gn. 29). Moisés reprimió los abusos, pero no los abolió de golpe. Los israelitas estaban poco crecidos espiritualmente, y encadenados a los usos y costumbres de la época, que no se correspondí­an en absoluto con la voluntad de Dios. El gran legislador rindió un gran servicio a la causa del matrimonio, prohibiendo las uniones entre consanguí­neos y parientes polí­ticos (Lv. 18); desalentó la poligamia (Lv. 18:18; Dt. 17:17); aseguró los derechos de las esposas de condición inferior (Ex. 21:2-11; Dt. 21:10-17); reglamentó el divorcio (Dt. 22:19, 29; 24:1); exigió el respeto al ví­nculo matrimonial (Ex. 20:14, 17; Lv. 20:10; Dt. 22:22). Después de Moisés, hubo aún los que se dieron a la poligamia: Gedeón, Elcana, Saúl, David, Salomón, Roboam, y otros (Jue. 8:30; 1 S. 1:2; 2 S. 5:13; 12:8; 21:8; 1 R. 11:3). Sin embargo, la Escritura expone los males inherentes a la poligamia, las mí­seras rivalidades que se daban entre las esposas de Abraham, de Jacob, de Elcana (Gn. 16:6; 30; 1 S. 1:6); en cambio, se destaca la belleza de las familias felices (Sal. 128:3; Pr. 5:18; 31:10-29; Ec. 9:9; cfr. Eclo. 26:1-27). Abraham se casó con una medio hermana suya; Jacob tuvo dos esposas que eran hermanas entre sí­ (Gn. 20:12; 29:26). En Egipto, no era raro casarse con una hermana de padre y madre; los persas lo permití­an (Herodoto 3:31). Los atenienses podí­an casarse con una medio hermana del mismo padre, en tanto que los espartanos podí­an casarse con sus medio hermanas nacidas de la misma madre. La Ley de Moisés prohibió estas uniones e incluso los matrimonios con parientes más alejados (Lv. 18:6-18). El estatuto matrimonial de los romanos se parecí­a al de los israelitas; denunciaba como incesto la unión de parientes próximos (por ejemplo, entre hermano y hermana) o entre parientes polí­ticos (como suegro y nuera). Todos los textos del NT hablan formalmente en contra de la poligamia. Hablando a los judí­os acerca del divorcio, Cristo afirmó que Moisés lo habí­a permitido por la dureza de sus corazones y que, excepto en caso de infidelidad, un nuevo matrimonio era un adulterio (Mt. 19:8-9). Se puede llegar a la conclusión de que la poligamia habí­a sido permitida en la época del AT por la misma razón, aunque con las restricciones señaladas; sin embargo, queda claro que no tiene lugar alguno en el Evangelio. El caso especial de los polí­gamos convertidos al Evangelio se trataba con la aceptación de la situación familiar de hecho; sin embargo, el polí­gamo quedaba excluido de la posibilidad de ejercer cargo alguno de responsabilidad en la iglesia (cfr. 1 Ti. 3:2, 12; Tit. 1:6).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

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Mantenimiento de varias esposas en el régimen de matrimonio. Fue práctica común en determinadas culturas, sobre todo orientales. El cristianismo, según mensaje del mismo Jesús, rechazó totalmente la poligamia como tolerable y “consentida por Moisés por la dureza de vuestro corazones, aunque al principio no fue así­.” (Mt. 19. 8-9)

Con todo, contra los rigoristas primitivos que impedí­an las segundas nupcias, la Iglesia siempre consideró la poligamia sucesiva como natural en el hombre, al igual que la poliandria sucesiva fue mirada como lí­cita en la mujer.

Las razones del rechazo de la poligamia, además de las naturales basadas en la convivencia, en la fidelidad y en la educación de la prole, que son insuficientes, hay que hallarlas en el lenguaje del cristianismo en el sentido sacramental del matrimonio. Si el sacramento es signo sensible del amor de Cristo a la Iglesia y de la Iglesia a Cristo, la unidad y exclusividad, al mismo tiempo que la pureza y la totalidad de ese amor, exigen en el signo del matrimonio la unidad.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

(v. familia, matrimonio)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

Véase MATRIMONIO.

Fuente: Diccionario de la Biblia

La poligamia denota la práctica de tener más de una esposa al mismo tiempo. Esto ocurre cuando la mujer ocupa un lugar bajo en la sociedad humana. El Islam permite que un hombre tenga cuatro mujeres, pero en tiempos recientes en algunos países mahometanos, especialmente en Turquía, esta práctica ha sido abolida por una ley del estado. Según la institución divina, el matrimonio legal consiste de un hombre y de una mujer (Gn. 2:18, 24). Cristo apoyó la monogamia como la única forma correcta de matrimonio (Mt. 19:4–6). En tanto que la Biblia no condena directamente los matrimonios plurales que encontramos en el AT, describe abiertamente los efectos malignos de la poligamia como ocurre en las familias de Jacob (Gn. 35:22; 37:18–28), de David (2 S. 13:1–29; 15:1ss.), y especialmente de Salomón (1 R. 11:1–12). La unión de Abraham con la esclava de su esposa Sara, a petición de ésta misma, no debe mirarse como una relación polígama (Gn. 16:13), sino como el deseo de obtener la descendencia prometida de acuerdo a la costumbre de la tierra. Su error consistió en su falta de confianza en la promesa divina. La Escritura, por lo tanto, describe los males resultantes de esta unión (Gn. 16:4–16), en tanto que Pablo censura esto de la misma manera como él censura la justificación por las obras (Gá. 4:21–31).

Véase también Familia, Matrimonio.

BIBLIOGRAFÍA

LC; JewEnc; ISBE.

  1. Theodore Mueller

LC Lutheran Cyclopaedia

JewEnc Jewish Encyclopaedia

ISBE International Standard Bible Encyclopaedia

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (478). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología