TRACONITIDE

Región de Transjordania, al noroeste de la Decápolis y al este de Galilea. En el año 23 d. de C. Augusto se la entregó a Herodes el Grande; y a la muerte de éste, pasó a manos de Herodes Filipo II (Lc 3,1).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

(de una raí­z griega que significa: †œescabroso†, probablemente, terreno escabroso).
Tanto esta región como la de Iturea estaban bajo la administración de Filipo, gobernador romano de distrito durante los ministerios de Juan el Bautista y Jesús. (Lu 3:1.) Los lí­mites septentrionales de Traconí­tide estaban a unos 40 Km. al SE. de Damasco en la parte NE. de Basán. La forma del territorio —de unos 900 Km.2— era semejante a una pera.
En la parte central abundan depósitos de lava con fisuras profundas y hoyos, que dejan poca tierra útil para cualquier otro cultivo aparte de la vid. Es una zona agreste, inhóspita y sombrí­a, conocida actualmente por el nombre árabe el Leja (que significa †œEl Refugio†), puesto que proporciona buenos escondrijos para los fugitivos de la justicia.
A juzgar por las ruinas de sus ciudades antiguas, la población de Traconí­tide fue en un tiempo mucho mayor que en la actualidad. El que no se utilizara madera en la construcción de esas ciudades muestra que es probable que incluso en tiempos antiguos el paí­s estuviera tan privado de árboles maderables como hoy en dí­a. La crianza de ovejas y cabras es posible debido a la pluviosidad moderada y a la presencia de numerosos manantiales.
En la Biblia solo se menciona Traconí­tide una vez, aunque Estrabón y Josefo hacen varias referencias a esta región. Por tales fuentes sabemos que el emperador romano Augusto incluyó a Traconí­tide en el territorio del reino dado a Herodes el Grande. Al morir Herodes, su hijo Filipo recibió Traconí­tide como parte de su tetrarcado, sobre el que gobernó hasta su muerte.

Fuente: Diccionario de la Biblia