LA SEGURIDAD DE LOS SANTOS
I. LOS SANTOS SON PERDONADOS.
II. LOS SANTOS ESTÁN PROTEGIDOS.
III. LOS SANTOS SE CONSERVAN.
Cuerpo:
I. LOS SANTOS SON PERDONADOS. (Sal. 37:39)
A. Nuestra salvación es “del Señor” (v.39).
B. No es del perfecto cumplimiento de la ley o del legalismo. Es del Señor.
C. Él salva a Su pueblo de sus pecados (Mat. 1:21).
D. Nos “alimentamos de su fidelidad” (v.3).
E. Y Él es “fiel para perdonar nuestros pecados” (1 Jn. 1:9).
F. Nuestras “infracciones son perdonadas”. Nuestros pecados (los que cometemos como santos) están cubiertos. (Romanos 4:7-8). (Nota: No estaban cubiertos, pero están cubiertos).
G. Cuando se trata de los santos, Dios “no les imputa sus pecados” (2 Corintios 5:19).
II. LOS SANTOS ESTÁN PROTEGIDOS. (Sal. 37:39-40).
A. Dios “es su fortaleza” (v.39). Él “les ayudará” (v. 40a). Él los librará” (v. 40b).
B. El Señor “sostiene a los justos” (v.17).
C. Aunque caiga, no será completamente abandonado “porque el Señor lo sostiene con su mano” (v. 23-24).
D. Somos “guardados por el poder de Dios mediante la fe para salvación” (1 Pedro 1:5).
E. Él es poderoso para “guardar” lo que le hemos encomendado hasta aquel día” (2 Tim. 1:12).
F. Jesús dijo acerca de Sus ovejas (santos): “Yo las conozco… y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28) (Véase también Salmo 37:17-18).
G. Pablo dijo que nada en el mundo que nos rodea, encima de nosotros, debajo de nosotros, ni nada presente ni por venir, puede separarnos del amor que Dios tiene por sus santos (Rom. 8:33-38).
III. LOS SANTOS SE CONSERVAN. (Sal. 37:28)
A. Él no nos abandonará (v.28c). (Véase también Hebreos 13:5-6).
B. Los santos son “guardados para siempre” (v. 28b).
C. Los santos son “preservados en Cristo Jesús” (Judas v.1).
D. Todos los que han sido “bautizados en Cristo, de Cristo se han revestido” (Gálatas 3:26-27).
E. Y nuestra vida está “escondida con Cristo en Dios” (Col. 3:3).
F. Él se presentará a los santos a sí mismo “sin mancha ni arruga ni cosa semejante” (Efesios 5:27).
G. Porque somos preservados en Cristo seremos presentados “sin mancha delante de Su presencia” (Judas v. 24).
H. Dios nos ha santificado completamente. Todo nuestro espíritu, alma y cuerpo será “guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5:23).
I. El siguiente versículo dice: “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará (no puede, ni debe, sino que hará)” (1 Tesalonicenses 5:24).
Conclusión: Salmo 37 enseña a los fieles a no inquietarse. Debido a nuestra fe tenemos un tremendo futuro. Somos perdonados. Estamos protegidos. Somos preservados irreprensibles en Cristo. Por lo tanto, todos los santos deben “deleitarse en la abundancia de la paz” (Salmo 37:11).
Wayne Dunaway
Ohatchee Church of Christ