"Porque todas las promesas de Dios son en El sí, y en El Amén, para gloria de Dios por nosotros" (2Cor1:20)
"Teniendo, pues, estas promesas; Amados, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios" ( 2Cor.7:1)
Dios es verdadero y toda promesa de Dios es verdadera; y cada uno debe tener su debido cumplimiento para los que creen en Cristo Jesús. Así que puedes contar con que las promesas de Dios en la Biblia son dignas de confianza. Dios «nos ha dado preciosas y grandes promesas» (2 Pedro 1:4) registradas en las Escrituras. Búscalas estudiando la Biblia y no seas perezoso en reclamarlas.
Algunos cristianos no creen que las promesas de Dios se apliquen a ellos; entonces viven sin recurrir a Sus promesas y terminan privados de Sus bendiciones. Otros creen que las promesas de Dios se cumplirán por sí mismas sin ningún aporte del destinatario; para ellos, es cuestión de esperar.
Un estudio cuidadoso de la Biblia revela que ciertas actitudes nos ayudarán a activar las promesas de Dios para nuestras vidas. Vimos estas actitudes en la vida de Abraham como se registra en Romanos 4:20 y 21
" No titubeó ante la promesa de Dios por incredulidad; pero se fortaleció en la fe, dando gloria a Dios. Y estando plenamente convencido de que lo que prometía, era también poderoso para cumplirlo"
Del pasaje anterior, Abraham poseía las siguientes actitudes:
1. Fe
La fe es fundamental para activar las promesas de Dios para nuestra vida. Los santos de antaño hicieron proezas por medio de la fe.
"Quienes por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones" (Hebreos 11:33)
Así necesitamos fe para reclamar las promesas de Dios "Pero sin fe, es imposible agradarle" (Hebreos 11:6A)
Abraham no dudó de la promesa de Dios, sino que estaba plenamente convencido de que lo que Dios había prometido, Él podía hacerlo.
Creer en la capacidad de Dios para cumplir sus promesas.
2. Confesión de fe
Repita las palabras de Dios en oraciones. Tenemos confianza de que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye (1 Juan 5:14). Su confesión debe alinearse con la voluntad de Dios. Sin embargo, aún necesita paciencia mientras descansa en el Señor y espera pacientemente en Él.
3. Actúe
Necesitamos poner acción en la fe. La mayoría de las promesas en las Escrituras son condicionales con la cláusula, "si" o "entonces" Asegurémonos de cotejar las condiciones que rigen las promesas y tomemos medidas para implementarlas.
4. Buen Estado Espiritual
Además, necesitamos mantener un buen estado espiritual que garantice la presencia de Dios entre nosotros.
"Teniendo, pues, estas promesas, amados , limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” (2Corintios 7:1)
Del versículo anterior, se nos dice que limpiemos el desorden de nuestra carne que tiene que ver con los pecados externos como la inmoralidad sexual, la embriaguez, la corrupción, la mentira, etc., y también en nuestro espíritu para que las promesas de Dios se hagan realidad. La santidad de la vida es la vía rápida para recibir la atención divina.
Antes de que Dios pudiera activar Sus promesas a Abraham, tuvo que reiterar Su posición sobre una vida santa
"Yo soy el Todopoderoso Dios; camina delante de mí y sé perfecto. Y haré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera" (Génesis 17:1B y 2)
5. El arma de la oración
Después de haber cumplido con los requisitos anteriores, empleamos el arma de las oraciones para traducir las promesas de Dios en realidad.
Alguien ha dicho que las promesas de Dios son como una patata cruda que hay que cocer antes de comerla. En consecuencia, las promesas de Dios deben cocinarse en el horno de las oraciones antes de que puedan consumirse como bendiciones.
Necesitamos orar fervientemente para poseer la promesa de Dios. "La oración eficaz y ferviente del justo puede mucho" (Santiago 5:16B)
Recuerda dar gracias, gloria y honra a Dios aun cuando todavía estés esperando las bendiciones.
Las promesas de Dios son altamente confiables. Puedes confiar y depender de Dios para cumplir Sus promesas. Él vela por Su promesa para cumplirla. Seguro que puedes contar con Él. Sin embargo, debe hacer su parte como se discutió. Dios te bendiga.