30 Segundo vistazo al infierno
Había un hombre rico, que estaba vestido de púrpura y lino fino. Comía un banquete todos los días. Un mendigo llamado Lázaro fue puesto en su puerta. Lázaro estaba cubierto de llagas. Pidió ser alimentado con las migajas que caían de la mesa del rico. Mientras yacía en la puerta, los perros se acercaron y le lamieron las llagas.
Lázaro murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado.
En el infierno, el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno.
El rico hombre: Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.
Abraham: Hijo, acuérdate que tú en vida recibiste cosas buenas, y Lázaro recibió cosas malas . Ahora él es consolado, y vosotros atormentados. Además de todo esto, hay un gran abismo fijado entre nosotros y vosotros: de modo que nadie pueda cruzarlo. Los que pasarían de aquí a vosotros no pueden; los que de allí vendrían no pueden pasar a nosotros.
El hombre rico: Por tanto, padre, te ruego que envíes a Lázaro a la casa de mi padre para que dé testimonio a mis cinco hermanos, para que no vendrán también a este lugar de tormento.
Abraham: Tienen a Moisés ya los profetas; que los escuchen.
El rico: No, padre Abraham, pero si alguno de entre los muertos fue a ellos, se arrepentirán.
Abraham: Si no oyen Moisés y los profetas, aunque alguno se levantare de entre los muertos, no se dejarán persuadir.
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En el Infierno, el rico tiene ojos y puede ver. Tiene lengua y puede sentir incomodidad.
En el Infierno, el rico puede:
• RAZONAR que el agua en su lengua aliviará su tormento.
• RECONOCER a Abraham y Lázaro.
• RECORDAR a su familia.
Jesús contó la historia de Lázaro y el hombre rico pocas semanas antes de su muerte y resurrección. Si no escuchan las Escrituras, no escucharán ni siquiera cuando Cristo resucite de entre los muertos.
La historia está registrada en Lucas: 16:19-31.
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La muerte y el infierno serán arrojado al lago de fuego. Esto se llama la segunda muerte. Apocalipsis 20:14
El fuego eterno fue preparado para el diablo y sus ángeles. Mateo 25:41
Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre. Esta es la segunda muerte. Apocalipsis 21:8
¿Te encuentras en esta lista? ¡No desesperéis!
Y esto erais algunos de vosotros: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. 1 Corintios 6:11
¿Cómo podrás salvarte del lago de fuego?
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Con tu corazón crees y te haces justicia; con tu boca confiesas y te salvas. Romanos 10:9-10