Salmo 3 – Cómo dormir en paz en tiempos de angustia

En los Salmos 3 y 4, David obviamente está en una gran angustia. Muchas veces repite su grito de auxilio, “sálvame” o “¡escucha mi clamor!”

Qué interesante, entonces, que en el versículo 5 David dice “me acosté y dormí”. ¿Cómo podría alguien dormir en tal estado de angustia y angustia?

Me acosté y me dormí; desperté; porque el SEÑOR me sostuvo. (Salmo 3:5)

Otra vez, en el Salmo 4 versículo 4 él está quieto en su cama, y en el v8 dice “¡En paz me acostaré y dormiré!”

Temed, y no pequéis; hablad con vuestro propio corazón en vuestro lecho, y guardad silencio. Selah. … En paz me acostaré y dormiré, porque tú, oh SEÑOR, sólo me haces habitar en seguridad. (Salmo 4:4, 8)

Jesús hizo lo mismo cuando estaba en la barca en Galilea. Estaba en el mismo problema que los discípulos, estando en la misma barca, pero mientras ellos estaban ansiosos, él dormía tranquilamente.

Y he aquí, se levantó una gran tempestad en el mar, tanto que los barco estaba cubierto por las olas: pero él estaba dormido. Y acercándose a él sus discípulos, lo despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. Y él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y al mar; y hubo una gran calma. (Mateo 8:24-26)

Así también con David. En su ansiedad clamó a Dios. Meditó sobre su conocimiento de Dios, y se dio cuenta de que habiendo pedido ayuda a su Padre, debía creer en esa ayuda, porque Dios siempre lo había ayudado en tiempos pasados. Al mismo tiempo que escribió las palabras de estos Salmos, probablemente todavía estaba experimentando sus problemas, pero había conquistado su ansiedad a través de la fe. Por eso en el Salmo 3v6 dice “No temeré”, y en el 4v5 nos aconseja: “¡Confiad en Jehová!”.

No temeré a diez mil personas, que se han puesto contra mí en derredor. (Salmo 3:6)

Ofrece sacrificios de justicia, y confía en Jehová. (Salmo 4:5)

Al darse cuenta de estas cosas, podía decir con confianza: “En paz me acostaré y dormiré; Sólo por ti, oh SEÑOR, hazme morar en seguridad”.

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