1Cor 16:9 Porque una puerta grande y eficaz se me ha abierto, y hay muchos adversarios.
Cuando Dios os abre una puerta, también os conducirá a muchos adversarios. Muchos se dan por vencidos cuando hay resistencia a su ministerio. ¿Por qué esperamos menos? En una guerra por cada ataque hay una gran posibilidad de contraataque a menos que el enemigo se rinda. Tenemos un enemigo derrotado, pero no se rendirá hasta que Jesús venga y esté atado en un pozo por mil años. Incluso después de eso, no admitirá la derrota porque cuando sea soltado nuevamente peleará una última batalla antes de ser arrojado al lago de fuego para siempre.
Busca la victoria en lo que Dios te da para hacer, pero espera que el enemigo sea el enemigo. Puede que solo sea un ataque de acosamiento o un ataque de fuerza total a lo que Dios te ha llamado a hacer, pero sigue adelante. Cuando Dios abra la puerta, será algo asombroso, pero puede que no sea un paseo por el parque porque este mundo es un campo de batalla.
Ponte tu armadura esperando resistencia. No corras. Pelea cuando el Señor te guíe a pelear y cuando Él quiera que lo veas pelear, simplemente ponte de pie y observa. La victoria está asegurada porque la guerra ha terminado. ¡Solo estamos limpiando los focos de resistencia, Maranatha!