Un corazón para el Evangelio’

15Vosotros filipenses en verdad sabéis que en los primeros días del evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en el asunto de dar y recibir, excepto vosotros solos. 16Pues aun cuando estuve en Tesalónica, más de una vez me enviasteis ayuda para mis necesidades. 17 No es que busque la dádiva, sino que busco el beneficio que se acumula en vuestra cuenta. 18 Me han pagado en su totalidad y tengo más que suficiente; Estoy completamente satisfecho, ahora que he recibido de Epafrodito los dones que enviasteis, una ofrenda fragante, un sacrificio acepto y agradable a Dios. (Filipenses 4:15-18; NRSV)

En este pasaje, el apóstol Pablo elogia a los creyentes filipenses por su generosidad. Lo notable de su trabajo es que dieron antes de que otros dieran, y dieron cuando otros no querían dar. ¿Qué hizo que los filipenses fueran dadores especiales? Porque tenían un corazón para el Evangelio.

De la misma manera, le animamos a que por favor continúe apoyando el ministerio; por favor pídale a Dios que le dé un corazón para el Evangelio.