Cuando caemos

CUANDO CAEMOS

TEXTO PRINCIPAL: SALMO 37:24

Aunque caiga, no será del todo derribado, porque el SEÑOR lo sostiene con su mano.

FILIPENSES 3:14

Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Dios no protégenos de las consecuencias de nuestras acciones solo porque somos sus hijos. Pero para nosotros, el fracaso no es definitivo porque el Espíritu Santo está obrando constantemente en nosotros para lograr sus propósitos. Puede que nos permita fallar o caer, pero nos insta a ver la derrota como un peldaño hacia la madurez. Dios está trabajando para nuestro bien en cada situación, y debemos actuar en ese bien para crecer.

Cuando caemos, debemos analizar el problema y averiguar por qué, porque cada falla es un paso más. que conduce a la “Catedral del éxito”. La única vez que no quieres fallar es la última vez que lo intentas. Si nuestro aparente fracaso o falta de éxito se debe a circunstancias que escapan a nuestro control, le pedimos a Dios que nos enseñe lo que quiere que aprendamos y confiamos en que Él sacará el bien del fracaso/decepción. Nuestro fracaso entonces se convierte en un trampolín hacia nuestro gran éxito.

Podemos convertir el fracaso en éxito al enfrentar honestamente la derrota/fracaso, nunca fingir el éxito. Explota el fracaso, no lo desperdicies, aprende todo lo que puedas de él, cada amarga experiencia puede enseñarte algo. Nunca use el fracaso como excusa para no volver a intentarlo.

Es posible que no podamos recuperar la pérdida, deshacer el daño o revertir la consecuencia, pero podemos comenzar de nuevo con la experiencia detrás de nosotros.

Apóstol Pablo en Fil. 3:14 amonestó a los creyentes a olvidar el pasado y alcanzar las cosas que están por delante. Entonces estaremos más capacitados para avanzar hacia la meta, al precio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14).

NO TE QUEDES DONDE HAS CAÍDO. ¡LEVÁNTATE!

REFERENCIAS ESCRITURALES: FIL 1:8-18, HECHOS 15:36-41.