Un pantano o un lago
Un pantano o un lago
Algunas notas de “Ministerios Para que el mundo sepa” Ray Vander Laan 15 de julio de 2010
Juan 4:14 Monte T. Brown
Introducción
En el Retiro de Hombres Dios me despertó en 3:00 a.m. y recibí este mensaje que creo que Dios quiere que comparta con ustedes esta mañana, nuestro pasaje será de Juan 4:14.
Debemos ser un ejemplo de Cristo.
Ser como Cristo. Nuestro Señor Jesucristo dijo que él era el agua viva.
Escritura
Jesús se sentó junto a un pozo con una mujer samaritana para hablar de la sed.
Por favor, ponte de pie conmigo mientras honramos la Palabra de Dios y nos acompañamos mientras leo nuestro texto esta mañana.
“El que beba del agua que yo doy, no tendrá sed jamás. En verdad, el agua que yo le doy se convertirá en un manantial de agua que brotará para vida eterna.” Juan 4.14
El Dios del agua viva siempre ha perseguido al sediento en el calor del desierto.
El eterno torrente del agua de Dios, Jesús vino a ofrecerlo a los quebrantados y sedientos.
Se pensaba que los rabinos en tiempos de Jesús daban agua a sus discípulos. Si las aguas, sus enseñanzas, eran buenas entonces los discípulos podían beber de las aguas de Dios.
Si un rabino daba malas enseñanzas era “exiliado a un lugar de malas aguas y los discípulos que venían después [él] beberá y morirá.” (Aboth 1.11)
El agua de Jesús trajo vida al samaritano.
El agua que Jesús ofreció no juzgó a los inadaptados y marginados. Estas fueron las mismas personas que Jesús se esforzó por encontrar.
El agua de Dios es para cualquiera que quiera beber.
¿Eres un pantano o un lago?
Un pantano
Un pantano es un cuerpo de agua que tiene vida que está enferma o no tiene vida en absoluto.
No recibe agua dulce y no da agua fuera.
A la mujer samaritana, Jesús le expuso su patrón poco saludable de relaciones rotas.
Expuso sus “cisternas rotas” y le mostró el camino del agua viva.
Un lago
Un lago es un cuerpo de agua que tiene vida.
Recibe su agua dulce de un fuente superior y da a una fuente inferior.
El agua viva de Jesús ofrece plenitud y paz en este mundo. Y este es el camino de la vida eterna.
Beber ahora de las enseñanzas de Jesús es tener el pozo de Dios en nuestro propio ser.
A medida que nuestra sed comienza a ser saciada, la el manantial de Dios fluye hacia los quebrantados que nos rodean.
Preguntas:
1. ¿Cómo podemos empezar a beber profundamente de las palabras de Jesús?
2. ¿Quiénes son los samaritanos en nuestro mundo?
3. ¿Eres un pantano o un lago?