Sin Ruido

¡Sin ruido!

1 Rey 6:7 “Y el templo, cuando estaba siendo edificado, fue edificado con piedra labrada de cantera, de modo que no ni cincel ni herramienta de hierro alguna se oía en el templo mientras se construía.”

Dios resuelve meticulosamente cada aspecto necesario para tu vida. ¡Si confías en Él, no habrá fallas, confusión ni demoras! ¿Has visto el caos, el ruido y la confusión mientras se construye una casa? No solo el sitio de construcción de la casa está en caos, sino que hay mucha tensión cuando se acaba el dinero o hay escasez de materiales. Pero hoy quiero señalarles una escritura a la que tal vez no prestemos mucha atención en el curso normal de la lectura, pero el Señor me dio una visión profunda de la escritura anterior.

Cuando el templo del Señor fue construida por Salomón, los materiales son traídos listos para ser encajados en sus respectivos lugares, absolutamente listos que no se oyó ni martillo ni cincel en la casa mientras estaba en construcción. ¡Ningun ruido! ¡Guau! ¡Esto me desconcertó y asombró! Cuando Dios está en el proyecto, ¡el trabajo más difícil se vuelve fácil!

Mathew Henry lo expresa de esta manera: «Pero aquí, al parecer, la preparación fue más completa y exacta de lo normal, hasta tal punto que, cuando se juntaron las distintas partes, no había nada defectuoso que agregar, nada fuera de lugar que corregir.”

A veces nos preguntamos, “oye, ¿qué? ;s pasando? Aquí, estoy rezando y nada parece estar pasando?” Amigo, a diferencia de nosotros, ¡nuestro Dios resuelve las cosas de manera silenciosa y eficiente! ¡Sin ruido no significa que no pasa nada! ¡El trabajo está en marcha! Puede ser que no puedas escuchar el sonido del martillo o del cincel, pero márcalo, tu futuro, tu carrera, tus finanzas, tu salud, tus hijos, tu familia se están construyendo. ¡Estoy emocionado! ¿Sabías que el rey Salomón completó el templo en siete años? Teniendo en cuenta la inmensidad, la elegancia, la opulencia y la magnificencia del templo, ¡debo decir que se completó demasiado pronto! 1 Reyes 6:38 dice, “…..la casa (del Señor) fue terminada en todos sus detalles y de acuerdo con todos sus planos. Así que tardó siete años en construirlo.” Observe las palabras, ‘según todos sus planes!’ Nuestro Dios nunca te dejaría a mitad de camino, Él terminaría perfectamente la obra que ha comenzado. El Apóstol Pablo dice: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo…” (Filipenses 1:6)

¡Lo mejor que amo de mis viajes ministeriales son mis viajes! ¡Me encanta! ¡Lo más importante son las noches! Amo el manto de silencio y contemplación que las noches arrojan sobre mi mente. Mientras otros se acuestan, si a mí se me asigna un asiento junto a la ventana, entonces mi viaje se vuelve divino. Sentado junto a la ventana, mientras el viento agitaba mi cabello, miraba las luces de la ciudad lejana, sentía un subidón increíble mientras comulgaba con mi Creador. ¡He oído la voz de Dios hablar alto y claro en la quietud de la noche! Amigo, no tengo que ver el viento para sentirlo soplar en mi cara y cabello; del mismo modo, no tengo que ver a Dios físicamente para escucharlo. ¡Escucho y comulgo con Él en silencio, en mi espíritu!

Amigo, no necesitamos evidencia tangible de que Dios está operando en nuestra vida, ¡todo lo que necesitamos es confianza infalible en Su gran poder!