“Un cetro de justicia” – estudio bíblico

Jesús gobierna su reino con “un cetro de justicia” (Hebreos 1:8; cf. Salmos 45:6). Como “El Príncipe de la Paz” y sustentando su reino “con justicia y con rectitud” (Isaías 9:6-7 – NVI), el único cetro apropiado para este rey es el de rectitud, equidad y justicia. Su misma naturaleza se expresa en amar la justicia y odiar la iniquidad (Hebreos 1:9).

Primero, Su “cetro de justicia” sugiere que sus súbditos son hechos justos ante los ojos de la ley al ser perdonados al aceptar el gobierno de Jesús como rey (Colosenses 1:13-18; cf. Efesios 1:7; Hebreos 9:12). Como “Príncipe de Paz”, trae la paz entre Dios y el hombre (Efesios 2:11-18). Es un rey gentil y bondadoso que no gobierna por la fuerza o la coerción (Mateo 11:28-30).

En segundo lugar, Su “cetro de justicia” sugiere que Él es absolutamente justo y practica la equidad. Nótese, “….y no juzgará según lo que vean sus ojos, ni decidirá según lo que oigan sus oídos; pero con justicia juzgará a los pobres, y decidirá con equidad por los mansos de la tierra …. y la justicia será el cinturón de su cintura, y la fidelidad el cinturón de sus lomos” (Isaías 11:3-5). Esto nos recuerda que “Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34-35). Ya no hace distinciones entre judíos y gentiles y el judío no tiene privilegios especiales sobre ningún otro pueblo (cf. Romanos 2:28-29; Efesios 2:11-22). En el reino de Cristo, todos los hombres son aceptados, sin distinción de raza, color, etc., porque el rey no “juzga según la vista de sus ojos” (Isaías 11:3).

Porque el conocimiento de Dios es absoluto (1 Juan 3:20), sólo Él puede juzgar a cada hombre correctamente o “justamente” (2 Tesalonicenses 1:5). Sus decisiones son justas y justas (Hechos 17:30-31; Romanos 14:10-12; 2 Corintios 5:10). Eso significa que si rechazamos el gobierno pacífico de Jesús, la justicia de Dios exigirá que paguemos la pena (Romanos 11:22; 2 Tesalonicenses 1:7-10).