El mayor Día de la Independencia – Estudio bíblico
El domingo 4 de julio de 2010 marca el 234 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia (ver artículo), declarando la independencia de Gran Bretaña. Recuerdo haber asistido a la celebración anual del Día de la Independencia que se llevó a cabo en Hale Center, Texas en 1965. Hubo un desfile, juegos, comidas al aire libre, fuegos artificiales y un concurso de violín del condado al que asistieron más de 15 000 residentes del área, incluida mi familia.
Sin embargo, hay otra celebración del Día de la Independencia que es mucho mayor que la que se observa el 4 de julio. Esta celebración tiene que ver con el día en que nosotros, como cristianos, declaramos nuestra independencia del pecado el día que fuimos bautizados en Cristo (ver artículo) para la remisión de nuestros pecados (Romanos 6:1-7; Hechos 2:38; Gal. 3:26-27).
El Día de la Independencia de las garras del pecado de este escritor ocurrió el 1 de enero de 1960. Fue un día glorioso, con toda mi familia presente. Qué maravilloso es saber que cuando salimos del agua (Hechos 8:39), podemos verdaderamente celebrar seguir nuestro camino gozándonos sabiendo que nuestros pecados pasados han sido lavados por la sangre limpiadora de Cristo (Hechos 22: 16; Efesios 1:3-7; cf. 1 Juan 1:7).
Querido lector, ¿has celebrado tu Día de la Independencia del pecado? (2 Corintios 6:1-2). Si no lo has hecho, permíteme animarte a hacer precisamente eso, arrepintiéndote de tus pecados (Hechos 17:30-31; cf. Lucas 13:3,5), confesando a Cristo ante los hombres (Romanos 10:8-10; cf. . Hechos 8:37), y ser sepultado con Él en el bautismo (Romanos 6:4).
Entonces, usted también, junto con millones de otros cristianos, puede celebrar el mayor Día de la Independencia el domingo, 4 de julio de 2010 (o cualquier otro día) independencia [libertad] del pecado (Romanos 6:16-18), entrega de la vida al Señor y a su causa (Mateo 16:24-25; cf. Mateo 28:19- 20; Marcos 16:15-16).
Que tomes tu mayor decisión del Día de la Independencia con la eternidad en mente (1 Pedro 1:1-4; 1 Timoteo 6:17-19; cf. 2 Timoteo 4:6-8; Apocalipsis 2:10).