Biblia

Qué es Jesús – Estudio de la Biblia

Qué es Jesús – Estudio de la Biblia

Para el artista, Él es todo codiciable (Cantar de los Cantares 5:16).

Para el arquitecto, Él es la principal piedra del ángulo (I Pedro 2:6).

Para el astrónomo, Él es el sol de justicia (Malaquías 4:2).

Para el panadero, Él es el pan de vida (Juan 6:2). 35).

Para el banquero, Él es el tesoro escondido (Mateo 13:44).

Para el constructor, Él es el fundamento firme (Isaías 28:16).

Para el carpintero, Él es la puerta (Juan 10:7).

Para el doctor, Él es el gran médico (Jeremías 8:22).

Para el educador, Él es el gran maestro (Juan 3:2).

Para el ingeniero, Él es el camino nuevo y vivo (Hebreos 10:20).

Para al labrador, Él es el sembrador y Señor de la cosecha (Lucas 10:2).

Al florista, Él es la rosa de Sarón (Cantares 2:1).

>Para el geólogo, Él es la roca eterna (1 Corintios 10:4).

Para el horticultor, Él es la vid verdadera (Juan 15:1).

Para el juez, Él es el único juez justo de m an (2 Timoteo 4:8).

Para el jurado, Él es el testigo fiel y verdadero (Apocalipsis 3:14).

Para el joyero, Él es la perla de gran precio (Mateo 13:46).

Para el intérprete de la ley, es consejero, legislador y verdadero abogado (Isaías 9:6).

Para el periodista, es noticias de gran gozo (Lucas 2:10).

Para el oculista, Él es la luz de los ojos (Proverbios 29:13).

Para el filántropo, Él es el don inefable (2 Corintios 9:15 RVR1960).

Para el filósofo, Él es la sabiduría de Dios (1 Corintios 1:24).

Para el predicador, Él es el Palabra de Dios (Apocalipsis 19:13).

Para el escultor, Él es la piedra viva (1 Pedro 2:4).

Para el siervo, Él es el buen amo (Mateo 19:16 RVR1960).

Para el estudiante, Él es la verdad encarnada (Juan 1:14).

Para el teólogo, Él es el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2).

Para el que trabaja, Él es el dador de descanso (Mateo 11:28).

Para el pecador, Él es el Cordero de Dios que quita el pecado ( Juan 1:29).

Para el cristiano, Él es el Hijo del Dios vivo (Mateo 16:16), el Salvador (Juan 4:42), el Redentor (Isaías 59:20), y el Señor amoroso (2 Tesalonicenses 3:5).

Autor desconocido