Una mirada a la inmortalidad – Estudio bíblico

¿Nos hemos sentado alguna vez a reflexionar sobre cómo sería la inmortalidad? Solo piense, un día, nos despojaremos de este estado carnal y nos vestiremos de inmortalidad (1 Corintios 15:53). Nos despojaremos de nuestro cuerpo corruptible y lo cambiaremos por un cuerpo incorruptible, un cuerpo que nunca conocerá corrupción ni muerte (1 Corintios 15:42,50,53-57; cf. 2 Corintios 5:1-4).</p

Así como el Señor resucitó y vive para siempre (1 Corintios 15:20; 1 Pedro 1:3; Apocalipsis 1:18), también nosotros resucitaremos y viviremos para siempre (Romanos 8:11; 1 Corintios 6:14; 2 Corintios 4:14).

El punto de vista que niega la existencia de Dios y la inmortalidad del hombre, es el mismo punto de vista que es responsable del comportamiento degenerado que encontramos entre los malhechores hoy. la gente no se responsabiliza por lo que piensa y hace y realmente no le importa (Romanos 1:32).

Si la gente está convencida de que esta vida es todo lo que hay en su existencia, no tienen miedo de hacer lo que crean conveniente (Génesis 6:5; Génesis 11:1-6; Jueces 17:6; Jueces 21:25).

Debido a nuestra futura inmortalidad, Jesús dice: “Y no temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Temed más bien a Aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10:28).

Lamentablemente, la gran mayoría de las personas terminarán en el infierno (Mateo 7:13-14).

En Lucas 16:19- 31, vemos que ciertamente hay vida después de la muerte; hay premio y castigo; y uno es capaz de recordar después de la muerte (Lucas 16:25).

Ya que estamos destinados a convertirnos en seres inmortales, ¿no tendría sentido prepararnos para esa existencia eterna? Hacemos eso al obedecer el plan de salvación del evangelio hoy.

Estimado lector, si aún no lo ha hecho, ¿podría considerar obedecer ese plan hoy? (2 Corintios 6:2).

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