No tenemos que terminar rápido – Estudio bíblico
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En nuestra sociedad acelerada, no nos gustan los automovilistas que viajan demasiado lento en la autopista porque tienden a reducir la velocidad de otros automovilistas. Esto a su vez provoca atascos de tráfico, especialmente durante la hora pico de las cinco. Muchas veces, el tráfico puede estar tan congestionado que se ralentiza a un ritmo de caracol.
¿Alguna vez nos hemos preguntado qué tan lento viaja un caracol? Answers.com nos dice que un caracol viaja a menos de 3 pulgadas por minuto, o 16 pies en una hora (ver otros estudios). No es de extrañar entonces que usemos la frase moviéndose a paso de tortuga para indicar la lentitud de una persona u objeto.
Aunque un caracol se mueve a paso lento, una virtud que posee es la perseverancia.
La perseverancia es un componente clave en el desarrollo del carácter. El apóstol Pablo explica que la tribulación produce perseverancia (Romanos 5:3). Sobre ese pilar van el carácter y la esperanza (Romanos 5:4).
La palabra griega original traducida como perseverancia (Strong’s 5281) significa firmeza, constancia y perseverancia. Se usó para los cristianos que perseveraron en su camino de fe a pesar de muchas pruebas y tribulaciones dolorosas.
¿Los reveses en la vida nos han hecho ir más lentos a un paso de tortuga?
Dejémonos animar por el hecho de que Dios no nos pide un final rápido. Él solo espera que terminemos la carrera cristiana a través de la perseverancia (2 Timoteo 4:6-7; cf. 2 Timoteo 3:10-12).