Según el escritor de Hebreos, Moisés miró hacia adelante y tomó una decisión basada en las consecuencias futuras: Por la fe Moisés, cuando llegó a la mayoría de edad ….. [escogió] antes sufrir la aflicción con el pueblo de Dios que gozar de los placeres pasajeros del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque esperaba la recompensa (Hebreos 11:24-26).
La elección de Moisés ciertamente no fue fácil, pero a través del ojo de la fe (Hebreos 11:24,27,28), él sabía que cualquier tribulación o persecución futura que enfrentaría por vivir piadosamente, sería soportable por su recompensa venidera (cf. 2 Timoteo 2:1-13).
Mientras esperamos los eventos futuros de nuestra vida , ¿estamos dispuestos a soportar el oprobio de Cristo esos tiempos difíciles que seguramente vendrán por estar asociados con Jesús (2 Timoteo 3:12; cf. Salmo 34:19) a cambio de la recompensa prometida de agradar a Dios? (1 Pedro 1:1-9; cf. 2 Timoteo 4:6-8).
¡Pensemos!