¿Una carrera o una vocación? – Estudio bíblico

La mayoría de nosotros hemos tenido o tenemos una carrera. Estamos comprometidos en algún área para la cual nos vemos mejor preparados para ganarnos la vida. Por lo general, nuestra carrera nos permite ocuparnos de nuestras obligaciones familiares y proporcionar un cierto nivel de vida.

Muchas personas tienen carreras, pero ¿tenemos una vocación? Un llamado generalmente implica un sentido claro de cumplir una misión que Dios nos ha dado para hacer. Nuestro llamado es seguir el liderazgo de Dios caminando en Su voluntad (Mateo 7:21; 1 Juan 1:7).

El secreto de la verdadera realización en nuestras vidas, es tener una carrera y un vocación. Alguien podría decir, ‘Bueno, eso está bien si eres un predicador. Pero ¿y yo?” Necesitamos entender que Dios nos ha dado la oportunidad de hacer una diferencia en el mundo. De hecho, Dios quiere cambiar el mundo usándonos (Hechos 17:6). Él quiere que veamos nuestro trabajo, nuestro negocio y nuestra profesión como una extensión de la obra de Su reino en este mundo.

La sensación de que nuestra carrera puede ser un llamado, no debería sorprendernos. A los esclavos que se hicieron cristianos se les aconsejó que fueran los mejores empleados posibles (Efesios 6:5-8).

Hermanos y amigos, por encima del sueldo o la promoción, hagamos algo que bendiga al mundo (Mateo 5:14-16). Dejemos que nuestras tareas rutinarias reflejen el carácter y la excelencia que el cielo está construyendo en nuestra vida. Entender que nuestro trabajo secular es inseparable de nuestro trabajo espiritual cuando nuestra fe limpia y consagra nuestro lugar de trabajo a Dios, hemos encontrado un llamado más grande que nuestra carrera (Hechos 18:1-5).

¿Cómo vamos a cambiar el mundo esta semana? Fusionando nuestra diligencia con el destino que Dios ha planeado para nosotros.