¡El lamento de David fue real! – Estudio bíblico

Al observar la historia del rey David, el gobernante más ilustre de Israel, un hombre conforme al corazón de Dios, vemos que se convirtió en el seductor, el adúltero, el mentiroso, el asesino completamente despiadado e impasible ante sus fechorías monstruosas (2 Samuel 12:1-14). El gobernante de Israel ahora estaba gobernado por el pecado (cf. Romanos 6:16).

Había pasado un año desde que David cometió adulterio con Betsabé y orquestó el asesinato de su esposo. David se deterioró física y emocionalmente. La conciencia que le corroía lo mantenía inquieto y melancólico. Por la noche daba vueltas y vueltas.

Cuando David se enfrentó cara a cara con su corrupción, sus defensas se derrumbaron. Gritó: “He pecado contra el Señor” (2 Samuel 12:13). Y el profeta Natán respondió: “El Señor también ha quitado tu pecado.” A pesar de las devastadoras consecuencias del pecado de David, se le aseguró el perdón de Dios.

Después de darse cuenta de la magnitud de su pecado y sus consecuencias, David escribió el Salmo 51:1-19, un canto de arrepentimiento y súplica del perdón de Dios. “Reconozco mis transgresiones …. Lávame, y seré más blanco que la nieve” (Salmo 51:3; Salmo 51:7).

¿Estamos sufriendo las consecuencias de nuestros pecados? Como David, admitamos nuestras transgresiones y pidamos a Dios que perdone nuestros pecados (1 Juan 1:9). Él mostrará abundante misericordia y restaurará “el gozo de tu salvación” (Salmo 86:5; Salmo 51:12) si estamos dispuestos a arrepentirnos verdaderamente (2 Corintios 7:10; cf. 2 Samuel 12:13).