Actitudes sobre el dinero

Podemos desear el dinero o preocuparnos por él. De cualquier manera, Jesús tiene algo alentador que decir sobre ambos.

1. Materialismo

¿Nuestra actitud hacia la riqueza es del Espíritu o del mundo? Una persona espiritual acumula tesoros en el cielo siendo generoso con las necesidades del Evangelio y con los pobres y necesitados.

“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín destruyen y donde los ladrones entrar y robar; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. (Mateo 6:19-21 NVI)

¿Están nuestros ojos puestos en las cosas del cielo o de la tierra?

“El ojo es la lámpara del cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tus ojos no están sanos, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Entonces, si la luz dentro de ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!” (Mateo 6:22-23 NVI)

¿Servimos a Dios o al dinero?

“Nadie puede servir a dos señores. Porque odiarás a uno y amarás al otro; serás fiel a uno y despreciarás al otro. No puedes servir a Dios y ser esclavo del dinero”. (Mateo 6:24 NTV)

El materialismo impulsa la política, la publicidad, los negocios y está en el corazón de muchas falsas promesas del mundo. Sin embargo, cuando quitamos la vista del dinero y la ponemos en Dios, entonces llega la verdadera felicidad.

2. Preocupación

Para algunas personas, el materialismo de otro tipo es la causa de muchos problemas, preocupaciones sobre cómo llegar a fin de mes. Pero no son solo los pobres los que se preocupan, la cabeza que lleva la corona del liderazgo en una sociedad con un sinfín de males, tampoco duerme bien por las noches.

La ansiedad es causa de muchos problemas, pero nosotros se les anima a enfocarse en el reino de Dios y Su justicia y todas las cosas que nos preocupan serán añadidas a nuestras vidas.

Te digo que no te preocupes por tu vida. No te preocupes por tener algo para comer, beber o vestir. ¿No es la vida más que comida o ropa? … Pero más que nada, pon la obra de Dios primero y haz lo que Él quiere. Entonces las otras cosas serán tuyas también. No te preocupes por el mañana. Se cuidará solo. Ya tienes suficiente de qué preocuparte hoy. (Mateo 6:25-34 NVI)

Una disciplina espiritual es aprender a preocuparse sólo por el hoy. Después de todo, ¿no nos enseñó Jesús a orar ‘Danos hoy nuestro pan de cada día?’ Se necesita tiempo para aprender a entregar todas nuestras preocupaciones a Dios y dormir tranquilo por la noche.