En 2 Crónicas 7:1-14-NKJV, al rey Salomón se le dieron los criterios sobre lo que cambiaría la brújula moral de Israel. Era comenzar con humildad, confesión y arrepentimiento.
El Señor le dijo a Salomón:
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oren y busquen mi rostro, y se conviertan de sus malos caminos, entonces oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra (2 Crónicas 7:14).
Como hijos de Dios, debemos hacer un inventario diario de nuestra vida personal. Si humildemente buscamos a Dios en oración, arrepintiéndonos de nuestros pecados, comenzarán cambios para mejor en nuestras vidas. Entonces Dios puede usarnos para cambiar la brújula moral de una nación (cf. Jonás 1-3).