¿Cómo es tu contenido de sal?

Lashon Hara es cualquier declaración despectiva o dañina contra un individuo. En Hiljot Deot 7:5, Maimónides proporciona una prueba de fuego para determinar si algo es o no Lashon Hara:

Cualquier cosa que, si se publicitara, causaría daño físico o monetario al sujeto, o le causaría angustia o miedo, es Lashon Hara. Deuteronomio 24:9, «Zachor et asher asa H’ Elokeicha l’Miriam»

Es Lashon Hara INCLUSO SI:

es verdad

un oyente presiona al hablante para contar

los nombres se omiten

se trata de la familia del hablante

el hablante se incluye a sí mismo en la descripción despectiva – http://torah.org/ learning/halashon/review1.html

Colosenses 4:6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

Agosto recibió su nombre de Caesar Augustus y aunque en cierto modo no era una persona augusta en sus acciones, tenía una dignidad y majestad sobre él como significa nuestra palabra augusto. Sospecho que si alguien en su corte o séquito no hubiera actuado con dignidad o majestuosidad, esa persona habría perdido la cabeza. Al fin y al cabo representaba al César y más le vale presentar una buena imagen.

Cuánto más nosotros que representamos al Rey de Reyes y Señor de Señores debemos comportarnos de una manera digna y lo más importante en nuestro discurso, especialmente cuando nos referimos a los demás? Debemos dejar que nuestro discurso sea amable incluso cuando la(s) persona(s) no parezca(n) merecerlo. Eso es apropiado ya que la gracia nunca se merece. Está dado. Sabiendo que nosotros mismos tenemos una necesidad desesperada de la gracia diaria, deberíamos ser muy propensos a extenderla a los demás.

Se debe sazonar con sal. La sal puede agregar un sabor sabroso a una comida que, sin la sal, podría resultar insípida o incluso indeseable. La cantidad correcta es importante ya que demasiado hará que una persona se atragante y no lo suficiente no produce el resultado deseado. Sí, la sal cura las heridas, pero también quema y suficiente sal puede derretir el hielo. Necesitamos practicar para que cuando demos una respuesta a cada hombre sobre nuestra fe o incluso nuestra herencia u otras creencias, podamos crear sed en ellos sin dominarlos o echársela a los ojos. Puede haber heridas que sanar, pero aún así la cantidad correcta hace la diferencia.

Deben usarse palabras amables para redimir y restaurar a una persona que puede estar fuera de lugar e incluso odiosa. Como enseñan nuestros amigos judíos sobre LaShon Hara, incluso si es cierto, algunas cosas no necesitan decirse en público. Matt 18 debe aplicarse si es necesario abordar el problema. Ve a ellos en privado y busca la restauración de la persona.

Tit_2:8 Palabra sana, que no puede ser condenada; para que el que es de la parte contraria se avergüence, no teniendo nada malo que decir de vosotros.

Mientras compartimos nuestra fe, historia e incluso puntos de vista políticos, debemos esforzarnos por ser augustos y usar discurso que no da lugar a que nuestro enemigo lo use contra nosotros. Que debatan los temas, no que los eludan haciendo que nuestro discurso y comportamiento ataquen y se concentren en influir así en las emociones de otras personas. Recuerde, el galante Lee habló bien de un hombre que lo calumnió. Lee debería ser nuestro ejemplo, no su crítico. Maranata!