Cómo mide Dios la verdadera grandeza – Estudio bíblico

Se cuenta la historia de un suboficial que dirigía las reparaciones de un edificio militar durante la Revolución Americana. Ladraba órdenes a los soldados bajo su mando, tratando de que levantaran una pesada viga de madera.

Mientras los hombres luchaban en vano para colocar la viga en su lugar, un hombre que pasaba se detuvo para preguntarle al encargado por qué no ayudaba a los hombres. Con toda la pompa de un general, el soldado respondió: “Señor, ¡soy cabo!”

“Usted lo es, ¿verdad?” respondió el transeúnte, “no estaba al tanto de eso.” Luego, quitándose el sombrero e inclinándose, dijo: “Le pido perdón, cabo.” Luego, el extraño se acercó y se esforzó con los soldados para levantar la pesada viga.

Después de terminar el trabajo, se volvió y dijo: “Cabo, cuando tenga otro trabajo similar y no haya bastantes hombres, mand llamar a vuestro Comandante en Jefe, y yo vendré y os ayudaré por segunda vez.” El cabo se quedó asombrado de repente. ¡La persona que le hablaba era el General George Washington!

Dios mide la verdadera grandeza por el servicio. El Señor Jesús nos ha dado ejemplo, porque siendo Dios y digno de todo honor, no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20:28).

Para ser realmente grandes a los ojos de Dios, ¡debemos servir a los demás con buena voluntad!

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