Dios protege a la mujer

Dios protege a la mujer

Protección del siervo casado – (Éxodo 21:2-3)

Si compras siervo hebreo, te servirá por seis años, y al séptimo año quedará libre de balde. Si entró solo, saldrá solo. Si al entrar estaba casado, su mujer saldrá con él.

Protección de la sierva – (Éxodo 21:7-11)

Y si alguno vende su hija para ser sierva, no saldrá como los siervos. Si ella no agrada a su amo, que la ha desposado consigo mismo, él la dejará ser redimida. No tendrá poder para venderla a una nación extraña, ya que con engaño la ha tratado.

Y si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella como a las hijas.

Si toma para sí otra mujer, no disminuirá su alimento, su vestido y su deber matrimonial. Y si no hiciere por ella estas tres cosas, saldrá libre y sin dinero.

Protección de su heredad – (Números 27:1-8)

Zelofehad, de la familia de Manasés, tuvo cinco hijas.

Sus hijas iban delante de Moisés, y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión.</p

Las hijas: Nuestro padre murió y no tuvo hijos. ¿Por qué el nombre de nuestro padre debe ser borrado de entre su familia, porque no tiene hijo? Danos una posesión entre los hermanos de nuestro padre.

Y Moisés presentó su causa ante el Señor.

El Señor (a Moisés): Las hijas de Zelofehad hablan bien: tú les dará herencia entre los hermanos de su padre. La herencia de su padre pasará a ellos. Y si alguno muriere, y no tuviere hijo, su heredad pasarás a su hija.

Protección para las mujeres cautivas – (Deuteronomio 21:10-14)

Cuando sales a la guerra contra tus enemigos, y el Señor tu Dios los ha entregado en tus manos, y los has tomado cautivos, y ves entre los cautivos a una mujer hermosa, y tienes deseo por ella, para que la tengas ella por tu esposa; Entonces la traerás a tu casa; y se rapará la cabeza y se cortará las uñas; Y ella se quitará las ropas de su cautiverio, y se quedará en tu casa, y hará duelo a su padre y a su madre por un mes completo; y después te llegarás a ella, y serás su marido, y ella sé tu mujer.

Si no te agrada ella, la dejarás ir donde quiera; pero no la venderás por dinero, no harás mercadería de ella, porque la has humillado.

Protección para el hijo de la mujer no amada – (Deuteronomio 21:15-17)

< Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y le han dado a luz hijos, tanto la amada como la aborrecida; y si el hijo primogénito es de la aborrecida: Cuando hace heredar a sus hijos lo que ella tiene, no puede hacer que el hijo de la amada sea el primogénito delante del hijo de la aborrecida, que es a la verdad el primogénito; reconocerá al hijo de la aborrecida como primogénito, dándole doble parte de todo lo que tiene: porque él es el principio de su fortaleza; el derecho del primogénito es suyo.

Protección para la nueva esposa – (Deuteronomio 22:13-19)

Si alguno toma mujer, y se llega a ella, y la aborrece, y da ocasión de hablar contra ella, y trae mal nombre sobre ella, y dice: Yo tomé a esta mujer, y cuando llegué a ella, encontré que no era virgen:

Entonces el padre de la doncella y su madre traerán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad en la puerta (sábanas con sangre): Y el padre de la doncella dirá a los ancianos: A este hombre le di mi hija para esposa, y él la odia; Y ha hablado contra ella, diciendo: Descubrí que tu hija no era virgen; y, sin embargo, estas son las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la tela delante de los ancianos de la ciudad.

Y los ancianos de esa ciudad tomarán a aquel hombre y lo castigarán;

Y le multarán con cien siclos de plata, y dádsela al padre de la moza, por cuanto ha infundido mal nombre sobre una virgen de Israel:

Y ella será su mujer; no podrá divorciarse de ella en todos sus días.

Protección para la prometida que fuere violada – (Deuteronomio 22:25-27)

Pero si alguno hallare doncella desposada en el en el campo, y el hombre la fuerza y se acuesta con ella; entonces sólo morirá el hombre que se acostó con ella: Mas a la moza nada haréis; no hay en la doncella pecado digno de muerte; porque como cuando un hombre se levanta contra su prójimo y lo mata, así es este asunto: porque la halló en el campo, y la doncella desposada clamaba, y no había quien salvarla (Asume la inocencia de la mujer.)

Protección para la virgen violada – (Deuteronomio 22:28-29)

Si alguno hallare doncella virgen, que no está desposado, y se aferra a ella, y se acuesta con ella, y son hallados; Entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta siclos de plata, y ella será su mujer; porque la ha humillado, no podrá divorciarse de ella en todos sus días.

Acta de divorcio – (Deuteronomio 24:1-4, Mateo 19:3-8)

1. Cuando un hombre haya tomado mujer, y ella no halle favor en sus ojos por haber hallado en ella alguna inmoralidad, entonces que le escriba carta de divorcio y se la ponga en la mano y la despida de su casa.

Y cuando ella hubiere salido de su casa, podrá ir y ser mujer de otro hombre. Deuteronomio 24:1-4

(Sin esta protección del divorcio, una mujer podría terminar en la indigencia. Con el divorcio, podría volver a casarse y tener un esposo que la mantuviera).

2. Los fariseos (a Jesús): ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?

Jesús: El que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esta causa dejará el hombre padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Por tanto, ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre (separar).

Fariseos: ¿Por qué mandó Moisés dar carta de divorcio y repudiarla?

Jesús: Porque Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres: pero al principio no fue así… Mateo 19:3-8

Preocupación por la nueva novia – (Deuteronomio 24:5)

Cuando alguno hubiere tomado mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni se le encargará ningún negocio; sino que estará libre en su casa por un año, y alegrará a su mujer que él ha tomado.

Un ejemplo de Pariente Redentor – (Rut 4:3-5)

Boaz habló al pariente más cercano de Noemí: Noemí, que ha regresado del país de Moab , vende una parcela de tierra, que era de nuestro hermano Elimelec: Cómprala delante de los moradores, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si lo redimieres, redímelo; pero si no lo redimieres, dímelo, para que yo sepa, porque fuera de ti no hay quien lo redima; y yo estoy detrás de ti. El día que comprares la tierra de la mano de Noemí, la comprarás también de Rut la moabita, mujer del hijo de Elimelec que ha muerto, para levantar el nombre del muerto sobre su heredad.

Instrucciones a los maridos para que amen a sus mujeres – (Efesios 5:25,28-29,33)

Maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… Los hombres deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne; sino que la alimenta y la cuida, como el Señor a la iglesia… Que cada uno de vosotros en particular ame tanto a su mujer como a sí mismo.