Dios Proveerá
Dijo el Señor a Abraham: “¡Ve y trae a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas! Llévalo a la tierra de Moriah, y yo te mostraré un monte donde me lo sacrificarás sobre el fuego de un altar.”
Cuando Abraham tenía setenta y cinco años, Dios instruyó Abram para dejar el país de su nacimiento, por una tierra que Él identificaría cuando llegara allí. Su Creador le hizo la promesa de que multiplicaría su descendencia como las estrellas en el cielo y la arena a la orilla del mar. Con ESTA promesa en mente, Abram dejó atrás su vida pasada, parientes, amigos e historia en Ur de los caldeos, para obedecer a Dios. Él NO dudó de la promesa de Dios por UN momento. De hecho, él confió en Él con su MISMO vida …CREÍÓ que Dios NO era mentiroso… que NO quebrantaría Su palabra y promesa que le hizo.
Cuando Abraham tenía cien años, y Sara su mujer ochenta y cinco años, Dios cumplió su promesa, y nació su hijo Isaac… ;. el hijo que DIOS le prometió (Génesis 21:1-4). Amaba MUCHO a su hijo y lo crió en el temor de Dios. De hecho, el niño ERA su vida. Abraham fue BENDECIDO por el Señor, y PROSPERADO. AÑOS después, la Biblia NO dice CUÁNTOS años después, pero se puede concluir razonablemente de las referencias bíblicas, que pudo haber sido aproximadamente treinta y siete años después, Dios decidió PROBAR a Abraham: “….. sacrifica a Isaac, en el fuego de un altar para mí.”
NO te equivoques al decir que Abraham NO era perfecto. TAMBIÉN tenía debilidades y fracasos humanos. Cuarenta y siete años ANTES, su esposa le dijo que engendrara un hijo con su esclava egipcia, y él OBEDECIÓ. Dudó de la promesa de Dios por un BREVE momento (Génesis 16:6). En ESTE momento Abraham SEGURAMENTE debe haberse sentido triste y desconsolado por llevar a cabo la voluntad de Dios, pero lo HIZO (Génesis 22:10) de todos modos. Su fe EN Dios, su amor POR Dios, y confianza EN Él, era MAYOR que su amor por sí mismo. Abraham CREÍA que Dios PROVEERÍA (Génesis 22:8), INDEPENDIENTEMENTE de CÓMO lo haría. ¿Fue recompensada la fe de Abraham en Dios? Sí, lo era. Dios SIEMPRE cumple Sus promesas (Génesis 22:13).
¿Hasta qué punto estamos TÚ y yo preparados para confiarle a Dios NUESTRAS vidas? para hacer SU voluntad? ¿Estamos dispuestos a sacrificar AQUELLO que es precioso e importante para nosotros, para agradar a Dios, o preferimos darle la espalda y alejarnos de Su gracia? ¿Alejarse de Su presencia porque el sacrificio es DEMASIADO grande? Dios NUNCA les falla a los que le aman. Él es FIEL hasta el final. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito han sido llamados.”(Romanos 8:28).