“¡Dios puede arreglarlo!” – Estudio bíblico
Se cuenta la historia de una querida hermana en Cristo que un día falleció después de una prolongada enfermedad. En la mesa de la casa del predicador, había algunas fotos del difunto, una de las cuales se usaría para el obituario. El predicador había bajado las escaleras con su hijo de tres años para jugar un rato.
Cuando el niño vio la foto de la hermana fallecida, preguntó: ¿Quién es esa? Su papá le dijo quién era y luego preguntó: ¿Dónde vive ella? El predicador se enfrentó entonces a la tarea de explicar el concepto de muerte a su hijo de tres años. Le dijo a su hijo que la señora se había puesto muy enferma y como resultado murió.
Entonces su hijo le preguntó a su padre por qué la señora tenía que morir. Explicó que cuando las personas envejecen, sus cuerpos se cansan, se enferman y, como resultado, mueren y van a estar con Dios.
El niño miró a su papá y dijo: “ ;Está bien, Dios puede arreglarlo.”
¡Qué refrescante es la dulce inocencia, la confianza y la sabiduría sencilla de un niño! (cf. Marcos 10:13-15).
El escritor de Apocalipsis [Juan] nos dice que en esa morada celestial:
“ Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos; no habrá más muerte, ni dolor, ni llanto; y no habrá más dolor, porque las primeras cosas han pasado. Entonces dijo el que estaba sentado en el trono: ‘He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.’ Y me dijo: ‘Escribe, porque estas palabras son verdaderas y fieles‘” (Apocalipsis 21:4-5).
Sí, en cuanto al problema de la muerte, Dios ciertamente puede solucionarlo.
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