El deseo de Dios para la humanidad

TEXTO: 2 Pedro 3:9

El Señor no tarda en cumplir su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

UN DESEO ARDIENTE

El deseo de Dios es que el hombre ser salvado. Él no quiere que ningún alma humana perezca en el fuego del infierno. Envió a su Hijo unigénito para librar al hombre de la esclavitud del pecado (Juan 3:16). Dios nos ama tanto que nos ruega que nos arrepintamos y vengamos a él: “Venid ahora, dice Jehová, y estemos a cuenta: aunque vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, serán como lana" (Isaías 1:18). El pecado es el principal problema entre Dios y el hombre. Él ha proporcionado una solución duradera al problema del pecado y la condenación eterna: Jesucristo. ¿Has aceptado a Jesús en tu vida?

ES TU ELECCIÓN

Dios está listo para salvar a todos. Su deseo es que estemos con él en el cielo. Él dice: "Hoy os he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre las bendiciones y las maldiciones. Ahora invoco al cielo y la tierra para que sean testigos de la elección que hagas. ¡Ojalá escogieras la vida, para que tú y tu descendencia viváis!” La decisión es tuya. Josué tomó la decisión correcta y Dios lo usó para entregar la tierra prometida a los hijos de Israel. Declaró audazmente: "…por mí y por mi casa serviremos al Señor" (Josué 24:15). Es una decisión muy sencilla de tomar. Solo necesitas decidirte. Es tu elección. ¿Cuál es tu decisión?

UN BUEN PLAN

El plan de Dios para tu vida es bueno según Jer 29:11, "Yo sé los planes que tengo para ti , dice el SEÑOR. “Son planes de bien y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.” Para que ese buen futuro se haga realidad, Dios requiere que le sirvas: "…¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios? Él requiere solamente que temas al SEÑOR tu Dios, y que vivas de una manera que le agrade, y que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y toda tu alma.” Dios desea que sus hijos prosperen en cada área de esfuerzo (3 Juan v 2). Él da a su pueblo poder para hacer riquezas y se deleita en su prosperidad (Sal 35:27). El plan de Dios para tu vida no se truncará. El Señor te levantará y te hará prosperar en todas las áreas de la vida en el nombre de Jesús.

El deseo de Dios es que estés con él para siempre en el cielo (Juan 14:6). Él ha dado a los creyentes el don del Espíritu Santo para ayudarnos a vivir una vida justa. El Espíritu Santo está en ti, produciendo frutos que darán gloria a Dios y te plantarán en el cielo. Es el último deseo de Dios que estés con él en el cielo. La gracia que necesitas para hacer la voluntad de Dios, Él te la dará en el nombre de Jesús.

ORACIÓN:

Padre, concédeme la gracia de servirte con todo mi ser. corazón en el nombre de Jesús.

CONFESIÓN:

Cumpliré el propósito de Dios para mi vida

Dios te bendiga. Shalom.