El Espíritu Santo morando en un creyente
EL ESPÍRITU SANTO MORANDO EN EL CREYENTE
TEXTO: 2 Corintios 6:16, Ezequiel 36:27, Hechos 6:5, Gálatas 5:22; 1 Corintios 3:16
Introducción: La morada del Espíritu Santo es el mecanismo por el cual se logra la salvación de los cristianos. Es el Espíritu Santo quien convence al incrédulo y le hace ver la verdad del evangelio en una luz clara. Aquellos que responden a esta convicción y ponen su fe en JESUCRISTO reciben la vida eterna y una nueva naturaleza.
El Espíritu Santo capacita al cristiano para vivir una vida justa y fiel. El Espíritu Santo mora permanentemente en el verdadero creyente. Mientras que el hijo de DIOS puede entristecer al espíritu, el espíritu nunca abandonará al verdadero creyente.
OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA DE UN CREYENTE-
El Espíritu Santo empodera a los cristianos para servicio de muchas maneras
1. Sabiduría, Entendimiento y Consejo
2. Fortaleza- Valor en la adversidad
3. Conocimiento-Juan 14:26
4. Piedad- reverente y muestra de caridad.
5. El temor del SEÑOR- el Espíritu Santo controla al creyente que se rinde a DIOS y se somete a la palabra de DIOS. El creyente vive en el poder del Espíritu y produce el fruto del Espíritu. Hechos 1:8, Romanos 8:1-17
El Espíritu Santo otorga dones espirituales o habilidades para el servicio a cada creyente. 1cor 12:11
El Espíritu Santo sella al creyente. Esto garantiza la seguridad del creyente hasta el día de la redención.
El Espíritu Santo une al creyente con Cristo y lo coloca en el cuerpo de Cristo, la iglesia. También une al creyente con Cristo en su muerte, permitiéndole vivir victoriosamente sobre el pecado.
¿CÓMO SABEMOS QUE ESTÁ LLENO DEL ESPÍRITU SANTO?
La verdadera evidencia es la frutos espirituales, producidos en nuestras vidas, no hablando en lenguas.
Nuestro discurso – esto se refleja en nuestros corazones. No nos involucraremos en chismes y malas palabras.
Nuestro agradecimiento: podemos apreciar a DIOS en todas las circunstancias, por lo que es.
Nuestro canto: siempre hay una canción en nuestros corazones.
Nuestra sumisión: cuando estamos llenos del espíritu, se muestra en la forma en que amenazamos a los demás.
CONCLUSIÓN: En resumen, el Espíritu Santo empodera al creyente para hacer lo imposible.
¿ESTÁS LLENO DEL ESPÍRITU?