Esbozo del sermón – Esperando la respuesta de Dios
«Pacientemente esperé a Jehová; él se volvió hacia mí y escuchó mi clamor». Salmo 40:1
¡Practicar la paciencia es un trabajo duro! Esto es especialmente cierto cuando estamos esperando en el Señor, quien guarda Su propio horario.
Pero los creyentes que confían en que Dios los librará son ricamente recompensados con los deseos de su corazón.
La disposición de una persona a esperar revela el valor de lo que él o ella desea.
Nadie se equivoca esperando que el Señor envíe lo mejor en Su tiempo perfecto.
Por supuesto, los creyentes no reciben todo lo que piden.
A veces Dios simplemente dice que no. En otros casos, Él ajusta nuestro deseo para que coincida con el Suyo.
En nuestra humanidad, no podemos conocer todos los detalles de una situación.
Así que pedimos lo que pensamos que necesitamos, basándonos en nuestra información limitada.
Un corazón sumiso acepta la suave redirección del Padre omnipotente.
Cuando llega el objeto de deseo esperado, puede no parecerá lo que el creyente solicitó originalmente, pero será exactamente lo que él o ella necesita.
Esperar pacientemente en el Señor es un testimonio maravilloso.
Cuando Él responde, otros ven la realidad de Dios, su fidelidad, y la sabiduría de nuestro compromiso.
Además, nuestra propia fe se fortalece.
Los necios corren a apoderarse de su premio.
Pero los creyentes sabios saben que la bendición vendrá en el buen tiempo de Dios.