“Huye del heladero” – Estudio bíblico

Se cuenta la historia de un niño pequeño que hizo todo lo posible por ahorrar dinero para comprarle un regalo a su madre. Fue una lucha terrible porque cedió muy fácilmente a la tentación de comprar golosinas al heladero cada vez que la camioneta de colores brillantes pasaba por su vecindario.

Una noche, después de que su madre lo había arropado en la cama, ella lo escuchó rezar, “Por favor, Dios, ayúdame a huir cuando venga el hombre de los helados mañana.” Incluso a su corta edad, había aprendido que una de las mejores maneras de vencer la tentación es evitar lo que apela a nuestras debilidades (cf. Génesis 39:12; Santiago 4:7-8).

Como cristianos, somos tentados a pecar. Sin embargo, no debemos ceder a la tentación. El Señor proporciona el camino para ser victorioso sobre las tentaciones del mal (1 Corintios 10:13). Pero debemos hacer nuestra parte. A veces eso implica evitar situaciones que contribuirían a nuestra derrota espiritual.

El apóstol Pablo exhortó a Timoteo a huir de los malos deseos de la juventud (2 Timoteo 2:22). Debía mantenerse alejado de las tentaciones que podrían hacerlo ceder debido a su fuerte atractivo. Amigos, ese es un buen consejo.

Si es posible, nunca debemos permitirnos estar en los lugares equivocados o con personas que nos tienten a hacer las cosas que debemos evitar.

Como el niño pequeño, ¡asegurémonos de “huir del heladero!”