Jesús como chivo expiatorio – Estudio bíblico

El origen de la palabra “chivo expiatorio” (o azazel) proviene de una ceremonia realizada con dos machos cabríos en el Día de la Expiación hebreo (conocido hoy como Yom Kippur). El sumo sacerdote sacrificaría un macho cabrío y colocaría simbólicamente los pecados del pueblo sobre la cabeza del otro a través del chivo expiatorio antes de enviarlo al desierto llevándose la culpa del pecado (Levítico 16:7-10).</p

Sin embargo, cuando Jesús vino, se convirtió en nuestro chivo expiatorio. Se ofreció a sí mismo una vez por todas como sacrificio para pagar los pecados de todo el mundo (Hebreos 7:27; 1 Juan 2:2).

Ese primer macho cabrío había sido sacrificado como ofrenda por el pecado de pueblo de Dios y simbolizaba el sacrificio de Jesús en la cruz. El otro macho cabrío era una representación del Jesús completamente inocente, aceptando y quitando nuestro pecado y culpa.

Ninguno de nosotros está libre de pecado (Romanos 3:23), pero el Padre cargó en el Jesús sin pecado la iniquidad de todos nosotros (Isaías 53:6). Como seguidores de Su Hijo, Dios nos considera irreprensibles porque Jesús pagó por el pecado que deberíamos haber pagado.

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