Jesús siempre tiene una palabra correspondiente
Mateo 14:26, 27 & 30, 31
(26) Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el lago, se asustaron. “Es un fantasma”, dijeron, y gritaron de miedo. (27) Pero Jesús inmediatamente les dijo: “¡Ánimo! Soy yo. No tengas miedo. (30) Pero cuando vio el viento, tuvo miedo y, comenzando a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!» (31) Inmediatamente Jesús extendió su mano y lo agarró. “Hombre de poca fe”, dijo, “¿por qué dudaste?”
Cuando los discípulos de Jesús lo vieron caminando sobre las aguas. Tienen 3 reacciones:
a. Estaban aterrorizados.
b. ¡Dijeron que es un fantasma!
c. Gritaban de miedo.
Jesús respondió a sus discípulos con 3 respuestas:
a. Ánimo.
b. Soy yo.
c. No tengas miedo.
Recuerda siempre hermanos & hermanas, todo lo que sucede en nuestras vidas tiene la correspondiente palabra de Cristo.
Permítanme darles 3 ejemplos:
1. El hombre dijo, no puedo perdonarme a mí mismo y mi pasado siempre me está arrastrando hacia abajo.
– Jesús dijo, eres perdonado y limpiado de toda maldad (1 Juan 1:9).
2. El hombre dijo: No tengo esperanza y no soy digno delante de ti mi Dios
– En (Lucas 8:43-48) a la mujer que está sangrando en 12 años que está desesperanzada y sin valor. Cuando puso su fe en Jesús, fue sanada (física, emocional, mental y espiritualmente) en el acto y Jesús le dijo, hija, vive en paz. Jesús quiere que vivamos en paz en cualquier circunstancia. Si vendrán decepciones, distracciones, desánimos, Jesús dijo Ten fe en mí y vive en paz.
3. Volvamos a los Discípulos de Jesús en (Mateo 14: 26, 27 & 30, 31), El apóstol de Jesús dijo, es un fantasma, pero, Jesús dijo “Soy yo”.
" ;¿Olvidaste quién soy? ¿Por qué estás en problemas, no soy real para ti, por qué estás llorando de miedo? Soy yo (soy real) ¡¿Qué tan real es Jesús en tu vida?! Jesús nuestro Señor, Dios y Salvador. Recuerda siempre, nunca jamás olvides quién es Jesús en nuestras vidas. Diga lo que diga el hombre, siempre hay una palabra correspondiente de Cristo en ello.
El Señor Jesús no solo nos da la palabra sino que la guarda, al igual que su apóstol Pedro cuando se estaba hundiendo, el Señor Jesús siempre estuvo allí. para extender Su mano, para rescatar, para salvar, para perdonar, para recordarnos si nos estamos hundiendo como Pedro.
Gracias Jesús por estar siempre ahí para nosotros.
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