Biblia

La escritura de Dios

La escritura de Dios

LA ESCRITURA DE DIOS

Juan 8: 6 Esto decían tentándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en la tierra, como si no los oyera.

(1) En el monte

Ley de Justicia

Éxodo 31: 18 Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

(2) El muro del palacio Retribución.

Daniel 5: 1El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y bebió vino delante de los mil.

2Belsasar, mientras probaba el vino , mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén; para que bebieran en él el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.

3Entonces trajeron los vasos de oro que habían sacado del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén; y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.

4Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera, y de piedra.

5 En la misma hora salieron los dedos de una mano de hombre, y escribieron sobre el candelero sobre el enlucido del muro del palacio del rey; el rey vio la parte de la mano que escribía.

(3) .En el suelo del atrio del Templo.

Ley de redención.

Juan 8: 5 Ahora bien, Moisés en la ley nos mandó que los tales fueran apedreados; pero ¿qué dices tú?

6 Esto decían tentándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en la tierra, como si no los oyera.

7 Y como seguían preguntándole, se levantó y les dijo: El que esté libre de pecado entre vosotros, que él primero arroje la piedra contra ella.

8Y otra vez inclinándose, escribió en la tierra.

(4) En el corazón de los hombres

>Ley de regeneración.

Hebreos 10: 15 De lo cual también el Espíritu Santo nos es testigo; porque después de haber dicho antes:

16Este es el pacto que haré con después de aquellos días, dice Jehová, pondré mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré;

17Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré más.