La Iglesia De Cristo 2 El Discípulo Secreto
LA IGLESIA DE CRISTO 2
El Discípulo Secreto
por
Dr. Gale A. Ragan-Reid (3 de febrero de 2016)
“Cuando llegó la tarde, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, quien también era discípulo de Jesús: fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que le entregaran el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había excavado en la peña; e hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue. ..Después de esto, José de Arimatea, siendo discípulo de Jesús, pero en secreto por temor a los judíos, rogó a Pilato que se llevara el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo permitió. Vino, pues, y tomó el cuerpo de Jesús. Y vino también Nicodemo, el cual primero vino a Jesús de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, como cien libras de peso. Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con las especias aromáticas, como es costumbre de los judíos sepultar. Ahora bien, en el lugar donde fue crucificado había un jardín; y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no ha sido puesto hombre alguno. Allí pusieron a Jesús, pues, a causa del día de preparación de los judíos; porque el sepulcro estaba cerca&”” (San Mateo 27:57-60; San Juan 19: 38-42, Versión King James [Muerte y sepultura de Cristo]).
Saludos, En el Nombre del Señor; Hosanna en las alturas (San Mateo 21:9),
Mis hermanos y hermanas, se os ha dicho que no hay fe sin duda, sino Jesús (murió 30-33 dC [“Todos tiempo antes de que Jesús se convirtiera en BC, “Antes de Cristo” y cada año desde que fue DC [anno domini “el año del Señor”] Readers Digest Association, 1994; Wikipedia, 2016) le dijo, según el testimonio de Mateo, “…cuando vio una higuera en el camino,…y no halló nada en ella, sino sólo hojas…y le dijo: No te dejes fruto en adelante. Siempre. Y al poco rato la higuera se secó… De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudéis, no sólo haréis lo que se hace con la higuera, sino también si decís a este monte: Sé quítate, y échate en el mar; debe ser hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (San Mateo 21:19, 21 [la higuera en el camino — se secó]). Había un hombre llamado José Arimatea, del sur de Samaria, el cual también según el testimonio de Marcos esperaba el reino de Dios [“un consejero ilustre, que también esperaba el reino de Dios… (San Marcos 15 :43, RV)]. En consecuencia, Lucas dijo: “Y he aquí, había un hombre llamado José, un consejero; y era varón bueno y justo: (Éste no había consentido en el consejo y obra de ellos;) era de Arimatea, ciudad de judíos; el cual también esperaba el reino de Dios” (23:50-51, RV). Este mismo hombre probablemente un miembro disidente del Consejo Judío conocido como el Sanedrín que condenó a muerte a Jesús, era más que aparentemente un discípulo secreto pero un hombre de fuertes convicciones en su corazón que se paró ante Pilato para pedir el cuerpo de Cristo y quien la leyenda decía que cuidó de la madre de Jesús, María, pues muchos se preguntaban qué le había pasado a María, la madre de Jesús y recordaban, “Cuando Jesús, pues, vio a su madre, y al discípulo que estaba junto a él, a quien amaba, él dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo! Entonces dice al discípulo: ¡Ahí tienes a tu madre! Y desde aquella hora aquel discípulo la llevó a su propia casa” (San Juan 19:26-27, KJV [el discípulo amado llevó a María, la madre de Jesús a su propia casa] pero la literatura cristiana primitiva reveló historias del encarcelamiento de José, rescatado por Jesús resucitado, cuidando a María, la madre de Jesús. Jesús por el resto de su vida cuando estableció el cristianismo en Inglaterra y llevó el Santo Grial a Inglaterra con él [The Reader’s Digest Association, Inc., 1994]. Sin embargo, desde el intento de envenenamiento del amado discípulo Juan fue exiliado por los romanos. El emperador Domiciano durante el año 14 (95 d. C.) de su reinado (81 d. C. – 96 d. C.) a la isla griega, Patmos [una isla frente a la costa de Turquía en el mar Egeo, 37 millas al suroeste de la antigua ciudad de Mileto, en la región general de las siete iglesias nombradas por
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Juan que están en Asia (Ap.1:4, KJV)].
Lo más importante, sabemos que el discípulo a quien Jesús amaba estaba en la última cena y se recostó en su pecho para preguntar: Señor, ¿quién es?— Para saber quién de todos los discípulos era el que iba a traicionar J Jesús, porque está escrito: “Y estaba recostado en el seno de Jesús uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba” (San Juan 13:23, RVR60), así mismo fue el discípulo amado en la cruz (San Juan 19:26, RVR60), por tanto María la madre de Jesús permaneció con el Apóstol Juan hasta su muerte [Wikipedia, 2016] . Según Juan, también sabemos que María Magdalena testificó “a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dice: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos a dónde lo han llevado. lo han puesto” (San Juan 20:2, NVI). También sabemos que Jesús se mostró de nuevo a los discípulos en el mar de Tiberíades y el discípulo amado lo reconoció primero después de que dijo… Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis… “ Por eso dice a Pedro aquel discípulo a quien Jesús amaba: El Señor es…” (San Juan 21 5, 6-7, NVI). De los unos, en el mar de Tiberíades, en la barca, “Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás, llamado Dídimo (gemelo), y Natanael de Caná en Galilea, y los dos hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos” (San Juan 21:2, RV) y de los hijos de Zebedeo, que eran compañeros de pesca con Simón, “Y pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano , en una barca con Zebedeo su padre, remendando sus redes; y los llamó” (San Mateo 4:21; San Marcos 1:19, San Lucas 5:10, KJV). Además, Pedro le preguntó a Jesús sobre el discípulo a quien amaba,
“Entonces Pedro, volviéndose, ve que el discípulo a quien Jesús amaba
siguiéndolo; el cual también se recostó sobre su pecho durante la cena, y dijo: Señor,
¿quién es el que te entrega? Pedro, al verlo, dice a Jesús: Señor,
¿y qué hará este?” Jesús le dice: Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú”
(San Juan 21:20-22, KJV [Encargo de Cristo a Pedro]).
Además, en el testimonio de Mateo, en el último cena Jesús se sentó con los doce, porque está escrito: “Cuando llegó la tarde, se sentó con los doce” (26:20, RV). En consecuencia, Marcos dijo: “Y por la tarde vino con los doce” (14:17, RV). Además, Lucas dijo: “Y cuando llegó la hora, él se sentó, y los doce apóstoles con él” (22:14, NVI). También, según Mateo,
“Y cuando llamó a sus doce discípulos, les dio poder
contra los espíritus inmundos, para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad
y toda dolencia. Ahora bien, los nombres de los doce apóstoles son estos;
El primero, Simón, que se llama Pedro (muerto crucificado cabeza abajo en
64 dC bajo la persecución de Nerón Augusto César, en Roma [The
Reader’s Digest Association, Inc., 1994; Wikipedia, 2016]), y Andrew, su
hermano (murió a mediados o finales del siglo I en el Imperio Romano llamado Patras ,
Acaya martirizada por crucifixión en forma de X ordenada por un procónsul romano
; sus huesos guardados en Constantinopla donde fundó la Sede de Constantinopla
en el 38 dC, uno de sus brazos fue llevado a St. Andrews,
Escocia, los cruzados los trajeron a Italia en 1204 [The Reader’s Digest
Association, Inc., 1994; Wikipedia, 2016]); Jacobo hijo de Zebedeo (muerto
44 dC En Jerusalén, Judea por el Imperio Romano—el mismo año el
Rey romano Herodes Agripa I que mandó matarlo a espada fue
asesinado por el ángel del Señor [Hechos 12:23, KJV] — el único
asesinato de apóstol mártir registrado en el Nuevo Testamento [The Reader’s Digest
Association, Inc., 1994; Wikipedia, 2016], y su hermano Juan (fallecido en el año 100 d.C.,
en Éfeso, Asia); Felipe (fallecido en el 80 d.C.—en Hierápolis, Anatolia, Imperio Romano
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—martirizado por crucifixión al revés o decapitado por
convertir a la esposa del procónsul de la ciudad [Wikipedia , 2016]),
y Bartolomé (muerto después del 80 d.C.—en el siglo I d.C.
Fue martirizado—desollado vivo o decapitado en Albac o</p
En Albanopolis, cerca de Baskale, Turquía. Otra historia dice que fue
secuestrado, golpeado hasta dejarlo inconsciente y arrojado al mar para que se ahogara.
La emperadora Anastasia le entregó el cuerpo al ciudad de Dura Europos.
Según a Gregorio de Tours, su cuerpo fue arrastrado a Lipari, una
pequeña isla frente a la costa de Sicilia, la parte de Italia controlada por
Constantinopla, un gran trozo de su piel y muchos huesos conservados en la
Catedral de San Bartolomé en Lipari, luego trasladados a
Beneventum en 803 y trasladados a Roma en 983 por el Sacro Emperador Romano
Otto II y conservado en San Bartolomeo all’ Isola
[Wikipedia, 2016]); Tomás [fallecido el 21 de diciembre de 72 dC —en
Mylapore, Chennai, India, mártir, en India; sus reliquias consagradas hasta
hasta Mesopotamia; en el siglo III, luego, más tarde, en 1258 se trasladó
a Abruzzo, en Ortono, Italia en la Iglesia de Santo Tomás el Apóstol
[The Reader’s Digest Association, Inc., 1994; Wikipedia,
2016]), y Mateo (muerto mártir, en Hierápolis o Etiopía)
el publicano; Jacobo hijo de Alfeo (fallecido en el 62 d.C.—crucificado
en Ostrakine en Jerusalén, Judea, Imperio Romano o Bajo Egipto
(Egipto) [Mateo 10:1-4, RV; Marcos 2:14; 3:14-19, RV;
Lucas 6:13-16; Hechos 1:13, RV) y Lebeo (murió en el primer siglo
Persia, cuyo apellido era Thaddaeus, también llamado Jude,
Jude of James, Jude Thaddaeus, Judas Thaddaeus y Lebbaeus—
honrados en la iglesia armenia [Wikipedia, 2016); Simón el
cananeo (fallecido en el 65 d.C., ya sea en Pella, Armenia, Suanir, Persia
o Edess, Caistor; reliquias reclamadas en Toulouse, basílica de San Pedro
[Wikipedia, 2016; Lucas 6:15, KJV; Hechos 1:13, KJV; Mateo 10:4,
KJV; Marcos 3:18, KJV), y Judas Iscariote (murió 30 -33 dC
[Wikipedia, 2016), quien también lo traicionó” (Mateo 10:1-4, KJV
[los doce discípulos/apóstoles/cristianos]). “…Y los discípulos
fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26, KJV
[los discípulos llamados cristianos en Antioquía]).
En adelante, tal como Dios dijo: “Este es mi Hijo amado, en de quien estoy complacido” (San Mateo 3:17; 17:5; KJV; [Dios aprobó a Cristo Jesús], porque el profeta Isaías profetizó, “He aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido, en quien mi alma se complace; he Pondré mi espíritu sobre él; traerá juicio a los gentiles (Isaías 42:1, RV), así también Jesús habló de Juan, porque según Mateo, Cristo Jesús dijo , “He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi amado, en quien se complace mi alma: Pondré mi espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio” (12:18, 19) -23, 24-37, KJV [Testimonio de Cristo sobre Juan]).
Por lo tanto, Juan era apocalíptico como el profeta Daniel y debía entregar el juicio de Dios a los pueblos de Dios, en donde las visiones de Dios venciendo el mal por medio de Cristo Jesús explicó los últimos tiempos como resultado de los males presentes del hombre para aliviar los sufrimientos del hombre para restaurar al hombre (mujer) a su (su) posición legítima de favor divino de bienaventuranza, porque está escrito en el principio cuando Dios
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Creó el mundo que dijo: “Es bueno” para cada creación — la luz, la tierra, los mares, la semilla según su género, dos grandes lumbreras para regir el día y la noche, para señales, para estaciones, para días y para años, las estrellas, grandes ballenas y criaturas móviles según su especie en las aguas, aves según su especie que vuelan sobre la tierra y en el firmamento abierto de los cielos, seres vivientes según su especie sobre la tierra, ganado, serpientes, animales según su especie, hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza , a su imagen, a imagen de Dios, tanto hombre como mujer y dijo: “Es muy bueno” (Génesis capítulo 1, KJV [Creación del cielo, la tierra y el hombre]). Sin embargo, Eva fue tentada a llevar al hombre al mal que salía del fruto del árbol del bien y del mal que ella comió y le dio a Adán, aunque Dios anduvo en medio de ellos en el Jardín del Edén. Oramos por el poder de restauración de Cristo Jesús para llevar al hombre de regreso a “Es bueno” y “Es muy bueno”, solamente, la bendita posición de santidad.
En conclusión, según Mateo, Pedro, la roca de la iglesia era la cabeza de la Iglesia de Cristo , fue ordenado en la “Roca De Mi Iglesia” diálogo, “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (16:18-19, KJV [Pedro, la roca]). ¿Qué tan cierto es lo que Robert de Boron tejió en una historia—una leyenda sobre José de Arimatea, el discípulo secreto, “que él recogió el Santo Grial—el cáliz en la Última Cena para recoger la sangre de Jesús en la cruz cuando fue quitado de la cruz. La historia continuó que José de Arimatea fue encarcelado por judíos enojados, similar al mismo proceso del Sanedrín que le dio a Jesús una sentencia de muerte, pero Jesús visitó a José en prisión y lo liberó y también le explicó los misterios de la copa bendita. Joseph escapó y viajó con sus suegros y otros seguidores hacia el oeste, donde estableció una dinastía de guardianes del Grial que incluía a Percevel (Wikipedia, 2016). Sin embargo, en el Evangelio de Nicodemo, José de Arimatea testifica a los ancianos y a los sacerdotes Caifás y Anás:
“El día de la preparación, como a la hora décima, me encerrasteis,
Y permanecí allí todo el sábado completo. Y cuando llegó la medianoche
, mientras yo estaba de pie y orando, la casa donde me encerraste
fue colgada por las cuatro esquinas, y hubo un destello de luz en
Mis ojos. Y caí al suelo temblando. Entonces alguien me levantó
del lugar donde había caído, y derramó sobre mí mucha agua
desde la cabeza hasta los pies, y me rodeó
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las fosas nasales el olor de un ungüento maravilloso, y me frotó la cara con
el agua misma, como si me lavara, y me besó, y me dijo:
José, no temas; pero abre tus ojos, y mira quién es el que te habla. Y mirando, vi a Jesús; y al estar aterrorizado, pensé que era un
fantasma. Y con la oración y los mandamientos le hablé, y
él habló conmigo. Y le dije: ¿Eres tú el rabino Elías? Y me dijo
: Yo no soy Elias. Y dije: ¿Quién eres tú, mi Señor? Y él me dijo
: Yo soy Jesús, cuyo cuerpo pediste a Pilato y envolviste en
lino limpio; y me pusiste un sudario sobre mi rostro, y me pusiste en tu sepulcro nuevo, y rodaste una piedra a la entrada del sepulcro. Entonces dije al que me hablaba: Muéstrame, Señor, dónde te he puesto. Y me llevó, y me mostró el lugar donde le había puesto, y la ropa de cama que le había puesto, y el sudario que le había puesto sobre el rostro;
Y supe que era Jesús. Y me tomó de la mano, y
me puso en medio de mi casa cuando las puertas estaban cerradas, y me puso
en mi cama, y me dijo : ¡Paz a ti! Y me besó, y me dijo: Durante cuarenta días no salgas de tu casa; porque, he aquí, voy a mis hermanos
a Galilea” [traducido por Alexander Walker].
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José de Arimatea también le dijo al Concilio Judío o al Sanedrín “que Jesús había resucitado de entre los muertos
y ascendió al cielo, también que otros resucitaron después de que Jesús resucitó, lo que confirma los testimonios de Mateo 27:52-53, KJV (Santa Biblia, nd).
Además, Jesús tomó a pescadores y los hizo pescadores de hombres, en particular, Simón Pedro, Andrés, Santiago y Juan, tomó una roca, también Simón Pedro, tomó un águila (también Juan), un hombre que era difícil de entender pero leal y serio (Felipe), un hombre con el poder de la fe/un héroe-mártir (Bartolomé), un escéptico (Tomás), un hombre despreciado por recaudar impuestos para Roma, un hombre que añadía sus propios impuestos a los impuestos, un hombre que era inmundo, un hombre que los judíos no pudo asociarse con (Mateo), un joven (Santiago hijo de Alfeo), un club (Lebeo o Judas), un zelote (Simón el cananeo) y un traidor (Judas Iscariote) y construyó una iglesia. Dicho esto, Jesús y sus discípulos cambiaron el mundo. Que Cristo esté con vosotros, hasta el final. La paz y la salvación estén con vosotros. Amén (Así sea).