La restauración de Dios
La pregunta ahora es ¿por qué los cristianos pierden sus bendiciones, por qué hay tanta esterilidad en la cristiandad?
Si tu vida no está de acuerdo con Éxodo 23 :26, significa que el diablo ha robado el propósito original y lo ha reemplazado con su falsificación que tiene el derecho de quitarle en cualquier momento, y esto conduce al aborto espontáneo.
Lo que le da al diablo el derecho para robarte? La habilidad del diablo para robarte puede haber sido causada por tu incapacidad de ver quién eres realmente. Cuando moldeas tu vida a partir de otra persona, pierdes tu identidad y no puedes cumplir el propósito original que Dios destinó para ti. Hay una tarea particular para la que Dios te creó y tú eres un original para esa tarea. Estás hecho aterradora y maravillosamente y el diablo te tiene miedo.
Pero cuando pierdes tu identidad y te conviertes en una copia al carbón de otra persona, el diablo ya no te tiene miedo y puede entrar y robarte.
Dios te envió a esta tierra para poseer y no para esclavizar. Cuando pierdes tu identidad y codicias las cosas materiales, te conviertes en un esclavo de tu codicia. El día que regreses a tu ser original y te conviertas en aquello para lo que Dios te creó, Dios abrirá canales de bendiciones para ti.
Debes ubicar la clavija cuadrada de la que te quitaron y volver a colocarla. La visión es la capacidad de pintar una imagen en el ojo de la mente de lo que debería ser, aunque todavía no lo sea. Debes tener una visión de quién eres y por qué fuiste creado. Cuando Dios dice que Él lo ha hecho, significa que debes recibirlo, no orar por ello. El problema de los cristianos es que acudimos al hombre para reparar lo que Dios hizo. Un problema sobrenatural necesita una solución sobrenatural y solo Dios puede reactivar lo que había activado antes.
Si estás cansada de ser estéril o de perder tus bendiciones, Dios te está diciendo hoy que te ha dado la voluntad de ser lo que quieras ser Está bien ir al cielo pero es tu elección disfrutar el viaje al cielo.
La Biblia nos dice en Hab 2:3 que la visión es aún por un tiempo señalado, pero al final hablará, y no mentirá; aunque tardare, espéralo; porque ciertamente vendrá, no tardará. Ahora es el tiempo señalado. Ahora es el tiempo de la restauración.