“Muévete más rápido, golpea más fuerte” – Estudio bíblico

Es realmente extraño, a veces, de dónde obtenemos nuestra percepción. En muchos sentidos, Robin Hood: Prince of Thieves (1991) fue inferior a los esfuerzos anteriores de Hollywood para contar la historia, sin embargo, cuatro palabras se destacan como fórmula para nuestro éxito actual.

Es el primer encuentro de Robin de Locksley y John Little. Robin y compañía deben pagar un impuesto a los hombres de Sherwood para cruzar el río. Robin se niega y John Little da un paso al frente con el bastón. Se produce la batalla y John Little está sacando lo mejor de Robin, quien llama a su compañero Azeem para pedirle consejo. Este es el consejo que muchos cristianos (especialmente predicadores, ancianos y diáconos) necesitan hoy. Azeem grita: “Muévete más rápido, golpea más fuerte.” Robin estaba pidiendo algún truco o técnica para vencer al leñador. No le impresionó el consejo, pero a falta de algún truco es lo que hizo. El secreto del éxito, sin embargo, no se encuentra en las nuevas técnicas sino en una mayor velocidad e intensidad.

Este, precisamente, es el secreto de nuestro éxito en el crecimiento de la iglesia, el crecimiento espiritual, la evangelización mundial y cualquier otro empeño. podríamos asumir. No necesitamos nuevas técnicas o tutoriales para el crecimiento de las denominaciones. Lo que tenemos que hacer es hacer lo que hacemos mejor. El Evangelio sigue siendo el mismo, es “poder de Dios para salvación” (Romanos 1:16). Los predicadores deben estar siempre aprendiendo cómo entregar mejor ese Evangelio. Los programas de visitas deben mejorarse en lugar de abandonarse. Es necesario realizar una nueva formación en el trabajo personal en lugar de un programa de atracción del mundo mediante “música especial” o un “servicio contemporáneo.”

¿No es esto precisamente lo que les decimos a nuestros hijos cuando los formamos en sus primeros años? Cuando están aprendiendo a caminar y no lo hacen muy bien y no avanzan mucho, les decimos, ‘esos métodos antiguos ya no funcionan, prueben con otra cosa’. Efectivamente no, les decimos que se esfuercen más y si eso falla les decimos lo mismo otra vez. ¿Por qué abandonamos esta idea en la iglesia?

Predicadores, ¿los sermones ya no tienen el efecto que solían tener? “Muévete más rápido, golpea más fuerte.” Ancianos, ¿la comunidad no está al tanto de la existencia de la iglesia? “Muévete más rápido, golpea más fuerte.” Diáconos, ¿el programa de visitas no está teniendo el efecto que alguna vez tuvo? “Muévete más rápido, golpea más fuerte.”