¡No hay vuelta atrás! – Estudio bíblico
Cuando era niño y crecía en la granja de mi abuelo, él me decía: “Chico, no puedes arar una hilera recta si miras hacia atrás.& #8221; Podemos probar este principio mirando hacia atrás mientras caminamos por la nieve o por una playa de arena. Si miramos atrás, nuestras huellas no serán rectas.
Un buen labrador no mira atrás una vez que ha puesto su mano en el arado (Lucas 9:62 – NKJV). Jesús usó esta analogía para enseñarnos que si vamos a ser Sus discípulos, debemos romper por completo con todas las lealtades que impiden nuestra relación con Él (Mateo 6:24).
La lealtad total a Dios es un principio que tiene sus raíces en el Antiguo Testamento. Los israelitas, después de ser liberados de la esclavitud y alimentados por medios sobrenaturales, recordaron con añoranza los días en que disfrutaban del pescado, los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y el ajo en Egipto (Números 11:5-6). Dios estaba muy disgustado y juzgó a su pueblo (Números 11:31-34). Su mirada retrospectiva a sus días en Egipto indicaba una falta de compromiso con Él.
Hoy en día, las personas que se aferran a los pecados antiguos y los placeres mundanos que disfrutaban antes de convertirse en cristianos, no pueden ser discípulos leales de Jesucristo. Cuando creemos (Romanos 10:9 – NKJV), nos arrepentimos (Hechos 17:30 – NKJV, confesamos a Cristo delante de los hombres (Romanos 10:9-11; cf. Hechos 8:35-37 – ; NKJV), y somos bautizados en Cristo (Gálatas 3:26-27 – NKJV), llegamos a ser ciudadanos de Su reino (Efesios 2:18-19 – NKJV; Colosenses 1:13 – ; NKJV). Para ser seguidores fieles de Cristo, debemos romper con los pecados del pasado.
¡El verdadero discipulado significa que no hay vuelta atrás! (Hebreos 10:38).