¡Nunca te rindas! – Estudio bíblico

Se cuenta la historia de un predicador que se estaba cansando de su ministerio. Una noche, soñó que se veía golpeando un gran trozo de granito con un pico. Era su trabajo romperlo en pedazos pequeños. Pero por mucho que lo intentó, no pudo arrancar ni una pequeña pieza. Al final, cansado y desilusionado, decidió darse por vencido.

En ese momento, apareció un extraño y le dijo: “¿No te dieron órdenes para hacer ese trabajo? Tu deber es dar lo mejor de ti sin importar lo que pase.” El predicador, con una determinación renovada, levantó el pico en el aire y le dio al granito un golpe aplastante. Se rompió en mil pedazos. Casi había renunciado “ un golpe demasiado pronto.

Del mismo modo, el Señor quiere que sigamos trabajando en la tarea que Dios nos ha dado, sin importar lo difícil que sea. Incluso cuando el éxito parezca remoto o imposible, debemos permanecer firmes, seguros de que habrá una amplia recompensa para los que perseveren (Apocalipsis 2:10).

¿Nos hemos cansado en nuestro servicio a Dios? ¿Nos hemos desanimado tanto que tenemos la tentación de “tirar la toalla?” Recordemos el sueño del predicador – mejor aún, recordemos la promesa de Dios dicha por Pablo, “Y no nos cansemos de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.’ 8221; (Gál. 6:9 – NVI).

Recuerde, el fracaso nunca es una derrota, a menos que dejemos de intentarlo.