Veamos el mensaje a menudo criticado de los profetas de Dios y la bendición que traen los profetas. Examinemos específicamente a Isaías y Jeremías.
1) El avivamiento de Isaías
¿Pueden las pruebas y tribulaciones ser pronosticadores de un avivamiento próximo?
Profecías del juicio sobre Judá y Jerusalén (Isaías 1-12) acompañan profecías contra Babilonia, Filistea, Moab, Damasco, Etiopía, Egipto, Duma, Arabia, Tiro (Isaías 3-23), el mundo entero (Isaías 24-27), Egipto , Asiria (Isaías 28-33), y Edom (Isaías 34-35). De central importancia es darse cuenta de que el castigo de Dios tiene la intención de restaurar. El sufrimiento se mezcla con visiones de avivamiento en el reino de Cristo (Isaías 2-4, 32, 35) porque el sufrimiento y el sacrificio son precursores del avivamiento (Isaías 49-55), y el sufrimiento de Cristo hace posible todo avivamiento (Isaías 52-53). Anticipa el avivamiento cuando veamos sufrimiento, porque el tiempo más maravilloso de la historia humana está a la vuelta de la esquina (Isaías 56-66). El avivamiento estallará en todo el mundo una vez que Cristo establezca Su reino en la tierra, “Porque así dice el alto y exaltado que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: ‘Yo habito en un lugar alto y santo, y también con los contritos y humildes de espíritu en para revivir el espíritu de los humildes y para revivir el corazón de los contritos.’ (Isaías 57:15 LBLA)
Alegraos, amadores de Dios, cuando vengan pruebas y tribulaciones, porque el avivamiento no está lejos.
2) El avivamiento de Jeremías
¿Puede la dura predicación sobre el arrepentimiento ser un pronóstico de un avivamiento próximo?
Jeremías predicó “la palabra del Señor” (Jeremías 1:2, 4, 11, 13 RV, NKJV, NIV, NASB ) en los años previos al exilio de los judíos a Babilonia, enseñando que su adoración de ídolos era como la infidelidad de una esposa adúltera y la desobediencia de hijos rebeldes. Al invitar al “retorno” (Jeremías 3:7, 9, 12, 14, 22; 4:1) de los “infieles” (Jermías 3:6, 8, 11, 14, 22), Dios promete condenación si no se arrepienten y el profeta se lamenta. El arrepentimiento en el Nuevo Testamento proviene de una palabra griega que significa un cambio de mente o corazón, y en Jeremías una palabra complementaria “regresar” significa volverse a Dios. Mientras el profeta fiel predicaba a los que no escuchaban, se lamentaba mientras el pueblo transformaba árboles en ídolos (Jeremías 10). Rechazado y perseguido por predicar la advertencia de Dios (Jeremías 18), Jeremías es guiado por Dios a romper una vasija de alfarero para significar la ruina de Jerusalén (Jeremías 19), un ministerio impopular (Jeremías 20). Sin embargo, un renuevo justo o descendiente del rey David, se levantará y será llamado “Jehová nuestra justicia” (Jeremías 23:6 LBLA), Babilonia será juzgada (Jeremías 25) se hará un nuevo pacto, el cual traer avivamiento por el cual la ley de Dios será escrita en los corazones de los hombres (Jeremías 31:31-34), y “ejecutará derecho y justicia en la tierra”. (Jeremías 33:15 LBLA) El avivamiento no vendrá hasta que el castigo haya puesto de rodillas a la nación. ¿Se arrepentirán también otras naciones? Vengan y vean el avivamiento mundial que traerá el Renuevo Justo.
Regocíjense, amadores de Dios, cuando un predicador fiel habla de fatalidad y tristeza, y presten atención a la advertencia de Dios, y cuando lo hagan, el avivamiento es no muy lejos.
3) Renacimiento de Lamentaciones
En medio del duelo, ¿puede estar lejos el resurgimiento?
En cinco poemas que lamentan la caída de Jerusalén , Jeremías brinda la esperanza de un avivamiento en medio de la destrucción, “Por el gran amor de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decaen sus misericordias. Son nuevos cada mañana; grande es tu fidelidad.” (Lamentaciones 3:22-23 NVI). La lamentación es una expresión apasionada de dolor, una oportunidad para la confesión de los pecados, el perdón y el avivamiento. ¿Hay una respuesta cuando oramos: “¡Restáuranos, oh SEÑOR, y llévanos de vuelta a ti! Devuélvenos las alegrías que alguna vez tuvimos” (Lamentaciones 5:21 NTV)? La esperanza de un avivamiento en medio de un profundo dolor, es un mensaje también para nuestra época.
Alegraos, amadores de Dios, que aun en medio de nuestros más profundos dolores, yace la esperanza de un avivamiento.</p
No desprecies al profeta. Su mensaje puede parecer negativo, y podemos preferir algo más edificante, pero recuerda que bienaventurados los que lloran, porque el duelo produce arrepentimiento, y el arrepentimiento trae las bendiciones de Dios.