¿Somos holgazanes o trabajadores? – Estudio bíblico

El apóstol Pablo tuvo algunas palabras duras para los holgazanes: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:10). Algunas circunstancias pueden hacer que sea imposible para algunas personas trabajar. Pero si estamos físicamente capacitados y podemos encontrar trabajo, debemos trabajar con energía y diligencia (Eclesiastés 9:10). Este no es solo un buen consejo sino un mandato de un apóstol inspirado y de nuestro Señor Jesucristo (2 Tesalonicenses 3:12; cf. Efesios 4:28). La pereza es pecado.

Pablo también tenía una palabra para los trabajadores: “No os canséis de hacer el bien” (2 Tesalonicenses 3:13; cf. Gálatas 6:9). Nuestro trabajo puede parecer absurdo, ofreciendo poco desafío o estímulo, pero podemos hacerlo ‘de corazón, como para el Señor’. (Colosenses 3:23).

Todos nosotros nos cansamos en nuestro trabajo a veces y podemos querer darnos por vencidos, pero podemos mantener el rumbo si entendemos que estamos trabajando para el Señor. y en última instancia, sólo para sus ojos (Efesios 6:7). Él es un empleador que ve y sabe todo lo que hacemos, y valora lo que hacemos y por qué lo hacemos. Saber que Dios se preocupa por nuestro trabajo le da sentido a todas nuestras acciones, aunque nadie más se dé cuenta o aprecie nuestro arduo trabajo.

Miguel Ángel, pintando en algún oscuro rincón de la Capilla Sixtina, fue preguntado por uno de sus ayudantes por qué prodigó tanta atención a una parte del techo que nadie vería nunca. Él respondió: “Dios verá.”

Enséñame, Señor, mi Dios y Rey,
En todas las cosas a Ti mira;
Y lo que hago en cualquier cosa,
¡Hacerlo como para Ti! George Herbert