Un bosquejo para un mensaje del Día de los Caídos

Introducción: (Bosquejo para un sermón predicado en Prairie Home First Baptist Church, Prairie Home, MO el 5-26-2019) La Biblia tiene historias de muchos memoriales. Algunos de estos incluyen los altares construidos por varias personas, como Abraham; otros incluirían el Tabernáculo y el Templo mismo. ¡Josué recibió la orden de construir un par de monumentos, uno en la tierra y uno en el lecho del río Jordán!

Todos estos tenían una cosa en común, y era que fueron creados. Como tal, eventualmente necesitarían reparaciones o eventualmente se convertirían en escombros. También había algunas cosas que nunca deberían haberse construido y esos monumentos tenían que ser removidos. Josías, el último rey bueno o justo antes de que lo que quedaba de Israel fuera llevado a Babilonia, estaba al tanto de esto y tomó medidas inmediatas una vez que supo qué hacer. Vayamos más allá:

Texto: 2 Reyes 22-23, versículos seleccionados (omitidos para ahorrar espacio)

Los memoriales para recordar:

–Los altares de piedra: Abraham construyó varios. Ofreció sacrificios a Dios y dejó los altares en su lugar como memoriales. Isaac construyó algunos y Jacob también construyó algunos.

–El Tabernáculo, diseñado para recordar a Israel el liderazgo y la providencia de Dios. Los sacó de Egipto y los llevó directamente a la Tierra Prometida.

–Salomón completó el Templo en Jerusalén y se aseguró de que estuviera dedicado a Dios mismo (2 Crónicas 6). Cada vez que un israelita venía a adorar, tenía la oportunidad de recordar lo que Dios había hecho por Israel.

–Incluso la transmisión de la historia de Israel en forma verbal y escrita era un memorial. Los niños, si sus padres no les enseñan la verdad, pueden caer fácilmente, y en ocasiones lo hicieron, en una gran cantidad de mentiras y tentaciones.

–Los monumentos conmemorativos construidos tenían una cosa en común: todos necesitarían reparaciones.

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Los monumentos a reparar:

–Josías había oído la palabra de Dios cuando el escriba Safán le leyó el “libro de la Ley” (ver 2 Reyes 22:8-13) . El rey había ordenado a los artesanos que repararan el Templo.

–¡El Templo necesitaba reparaciones! Años antes, Manasés había hecho indecibles males al Templo pero pagó caro por ello (2 Reyes 21:1-18; 2 Crónicas 33:1-20 da detalles adicionales).

–Antes de este tiempo, buenos reyes como Joás y Ezequías habían reparado el Templo. Cabe destacar que todas estas reparaciones tuvieron lugar después de los reinados de los monarcas malvados.

–Incluso Elías reconstruyó un altar al SEÑOR en el Monte Carmelo (1 Reyes 18). Dios honró esto.

–Pero Dios no honró algunos de los monumentos conmemorativos que la gente construyó.

Los monumentos que quitar

–2 Reyes 23 dice cómo Josías tomó medidas inmediatas no solo para reparar el Templo, que era necesario, sino también para deshacerse de la basura que su propio padre (impío e idólatra) había puesto en el Templo mismo. Josías sabía que venía el juicio y se puso en marcha.

–Despidió a los juncos paganos, a los sacerdotes, etc. y limpió el Templo.

–Luego fue a Betel y destruyó el altar construido por Jeroboam muchos años antes. Cumplió la profecía del “varón de Dios de Judá” en 1 Reyes 13:1-4.

–Lamentablemente, Josías no vivió para ver todo su potencial pero nos dio un ejemplo seguir:

Recordar lo que Dios ha hecho por nosotros (¡oh, tanto por tanto tiempo!)

Reparar lo que necesita ser reparado

Quitar las cosas , la basura, que tiene que ir!

¡Que el Señor nos dé la gracia y el sentido común para hacer lo que es correcto y agradable a sus ojos!

Citas bíblicas tomadas de la King James Versión de la Biblia (RV).