Un remanente salvado
1. ESQUEMAS DE IDEACIÓN.
Miqueas 2:1-11.
Ahora se describen los pecados específicos que traerán juicio sobre Jerusalén. Resuena incluso hoy en día con aquellos que están familiarizados con las formas de las ciudades comerciales.
Está la codicia de los campos, y su apropiación, separando al hombre de la herencia de Dios. Tales tomas de posesión hostiles parecen más dignas de Acab y Jezabel que de los empresarios de Jerusalén.
Esto se reparará en la primera parte de Miqueas 4, pero mientras tanto los hombres «traman maldad en sus lechos» encuentran su contrapunto en el SEÑOR “trama el mal contra esta familia.”
Lo triste es que mientras los que tienen poder o dinero en la ciudad están explotando a sus conciudadanos, el juicio cae sobre toda la comunidad. Un hombre altivo que declara la guerra a Dios trae el desastre a todo su pueblo.
La solidaridad de la humanidad en el pecado es un hecho que no se puede soslayar: fue evidente ya desde el primer pecado en el Jardín del Edén.
El hombre sin Dios es el hombre en rebeldía contra Dios. Queréis el mal, parece decir Dios – pues os daré el mal: “será un mal tiempo”.
Los que se han apoderado de los campos serán arrasados con sus víctimas: todos son desechados, y repartidos sus campos. Nadie quedará para parodiar la división de la tierra por sorteo, una referencia a los días de Josué cuando la herencia se dividió por primera vez.
En un día así, no es bueno mirar ¡Predicadores que simplemente nos hacen cosquillas en los oídos!
2. JUICIO SOBRE JUECES, PROFECÍA CONTRA PROFETAS.
Miqueas 3.
A menudo, el liderazgo corrupto en el Imperio va de la mano con el liderazgo corrupto en la Iglesia. Así que ambos vienen bajo condenación.
Los jueces que odian el bien y aman el mal se encontrarán invocando a Dios en su día de angustia, pero Él se negará a escucharlos.
Y los profetas que creen tener en sus bolsillos, que predican la paz cuando Dios quiere la guerra: éstos no conocerán sino tinieblas. No habrá mensaje de Dios para ellos: su vana adivinación será infructuosa.
Con ese telón de fondo, Miqueas está «lleno de poder y del espíritu de Jehová», haciendo juicios rectos y predicando la verdad. .
Sacerdotes que trabajan sólo por el empleo y no por una genuina devoción a Dios, estos se unirán a sus líderes y sus profetas para ver a Jerusalén reducida a montones, y el lugar alto de Jerusalén, su Templo glorioso , entregada al bosque.
Ministros sin vocación, que sirven a sus pagadores en lugar de a su Señor en el cielo, se preguntan por qué las iglesias están vacías y sus ministerios ineficaces.
Cristianismo establecido parece también a veces haber sido entregado al destructor.
3. UN REMANENTE SE SALVARÁ.
Miqueas 2:12-13.
Los juicios de Dios siempre están templados con misericordia. Incluso en medio de la condenación, Él promete la restauración de Su remanente fiel. Él los reúne como un pastor reúne a sus ovejas. Les pone un rey delante: Jesús, el gran pastor de sus ovejas descarriadas. Jesús busca a los perdidos y reúne en el redil a los que se han descarriado.