Una gran perspectiva de muerte – Estudio bíblico
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La muerte de nuestros seres queridos trae cambios y ajustes para aquellos de nosotros que quedamos atrás. La calidez y las asociaciones de antaño se han ido. El silencio, la finalidad y la incomunicabilidad nos perturban mucho. Pero, para el que ha triunfado, hay gozo (Mateo 25:21).
El dolor se centra más en uno mismo que en el difunto. Se aflige, y sin embargo, no quisiéramos que nos quitaran el duelo, aunque pudiera ser, porque nuestro amor va envuelto junto con nuestro duelo.
El duelo es el precio que pagamos por el amor (Hch. 20:32-38 LBLA).
Se ha dicho que La vida es eterna, y el amor es inmortal, y la muerte es sólo un horizonte; y un horizonte no es más que el límite de nuestra vista (fuente).
El poeta y dramaturgo indio, Rabindranath Tagor, nos ofrece una gran perspectiva de la muerte cuando afirma: La muerte no es apagar la luz; es solo apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer (fuente).
¡Pensemoslo!
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