Una Navidad de Paz
Los cristianos dependen de las verdades que se encuentran en la Palabra de Dios y en el perdón que se da en el nombre de Jesús, esto les trae una gran paz. El Salmo 119:165 dice: “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar”. “Ley” (torah) se usa veinticinco veces en el Salmo 119 en paralelo con varias otras palabras con el mismo significado. La palabra en sí es un verbo activo que significa amar las instrucciones de manera general del Señor. Significa amar los caminos, costumbres y direcciones de Dios como David anhelaba conocer y amar los caminos del Señor.
Hay quienes desarrollan relaciones tan cercanas en matrimonios cristianos, con padres cristianos, con amigos, co -obreros y supervisores espirituales, que anhelen estar cerca de estos cristianos para recibir instrucción y guía en la Palabra de Dios. Estos cristianos se negarán a sí mismos ciertos placeres en la vida para leer y estudiar la Palabra de Dios en oración. Oran no solo por la revelación de la Palabra de Dios, sino también por la iluminación de la Palabra para que puedan tener la fuerza del Señor para vivirla. Estos cristianos se encuentran obteniendo la victoria sobre la carne, venciendo al mundo y exponiendo las mentiras del diablo. Encuentran paz en la forma en que usan la provisión, los talentos y las habilidades que el Señor les ha dado. La guía del Espíritu Santo mientras ilumina la Palabra de Dios en sus vidas les permite caminar victoriosamente en lugar de tropezar en las tentaciones y en las pruebas de la vida.
El Espíritu Santo quiere que los cristianos conozcan el gozo de la Navidad haciéndose como Jesús, dejándolo limpiar sus corazones de cualquier culpa, tomar su dolor sobre sí mismo y liberarlos de todo lo que les impide una estrecha comunión con Dios. Esto se logra al leer la Biblia en oración, a través del estudio minucioso de la Palabra de Dios para que el Espíritu Santo pueda encender las verdades que se encuentran en la «ley» (Torá) del Señor.
Únase a los que dicen en sus corazones: “Tú has establecido preceptos que han de ser cumplidos cabalmente. ¡Oh, que mis caminos fueran firmes en obedecer tus decretos! Entonces no me avergonzaría al considerar todos tus mandamientos. Te alabaré con rectitud de corazón mientras aprendo tus justas leyes”. (Salmo 119:4-7) ¡Encuentra paz en el consejo de la Palabra de Dios!