Uno se rebeló, uno se sometió

Romanos 5:12-21 Uno se rebeló y otro se sometió

Los eruditos sienten que es uno de los pasajes más difíciles y controvertidos de interpretar en toda la literatura paulina. Este pasaje nos lleva a un entendimiento triple, tal como Rebelión, Redención y Juicio. Todos pecaron porque uno ha pecado, todos serán redimidos porque uno ha mostrado obediencia.

Rebelión

La desobediencia de Adán ha traído el pecado y la muerte sobre la humanidad. La muerte se refiere a las muertes físicas y espirituales. El pecado precedió a la Ley. Pero la ley le dio poder al pecado. La Ley trajo el sentimiento de Culpa y puso a la humanidad bajo estrés. La ruptura del pacto con Dios por parte de Adán se convirtió en un pecado. Eso se conoce como Pecado Original. Sin embargo, el Legislador cedió por la eterna providencia de Dios. La transgresión de Adán trajo la muerte a todos. Esta transgresión trajo Condenación para todos. Adán produjo muchos pecadores a través de su único acto de desobediencia y transgresión. El pecado tenía el poder de entrar en la vida humana y corromper la naturaleza humana. Nosotros pecamos porque Adán pecó. Tomamos parte en él, así que tenemos que tomar parte en la Condena. Pablo muestra que la única forma de escapar de los efectos de la caída de la raza humana en el pecado es a través del don gratuito de la gracia de Dios que ofrece la justificación a todos los que la reciben.

Redención

El pecado era poderoso para someter a la gente a su servidumbre. Pero la gracia nos ha llegado por medio de Jesucristo. La Gracia aumentó donde aumentó el Pecado. Pero eso no significa que el hombre pueda continuar en el pecado. El pecado reinó la muerte pero la gracia reina la justicia. La gracia es un don gratuito y abundante en medida. Por el acto de la justicia de Jesús, alcanza a todos. Muchos aspirantes a ser hechos justos a través de la obediencia de Cristo. El hombre necesita un remedio para dos cosas. Una es la naturaleza pecaminosa que nos esclaviza al pecado, y la otra es nuestra culpa y condenación originales que están arraigadas en nosotros a través de nuestra conexión con Adán. La justificación viene por la fe. Somos perdonados y puestos en paz con Dios legalmente. Somos absueltos y contados justos con Cristo. Entonces, somos gradualmente transformados a la semejanza de su Hijo por el Espíritu.

Juicio y Vida Eterna

La transgresión llevó al Juicio y el Juicio llevó a la Condenación. El pecado ha traído la sentencia de muerte sobre la humanidad. Pero Dios había dado la Vida Eterna. La muerte reinó en todos, incluso en aquellos que no habían pecado como Adán se había rebelado. Dios estableció una amalgama justa y adecuada entre Adán y sus generaciones futuras, y sobre esa base, cuando Adán pecó, el juicio que condujo a la condenación fue la estimación del pecado de Adán como nuestro pecado y culpa. El pecado de Adán se convirtió en el pecado de su posteridad y también el juicio y la condenación. Sin embargo, la aceptación de Cristo se ha convertido en la vía de escape del juicio y la condenación y la bienaventuranza se han convertido en propiedad de los fieles. Entonces, podemos decir que si estamos en Adán, estamos bajo el reino de la muerte, pero si estamos en Cristo, reinaremos en vida, porque el don de Cristo es mayor que el pecado de Adán.

Discusión :

1. Comparar el Pecado de Adán y el COVID-19 afectando a la humanidad.

2. Comparar la Redención disponible a través de Cristo con la vacunación de las personas.

3. ¿Cómo se fija la eternidad?

(Para más estudios en Romanos, por favor consulte este sitio)